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El Atlético de Madrid se impuso este miércoles al Real Madrid (2-0) en el partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey, marcado por el debut de Fernando Torres, y en el que los colchoneros lograron la victoria gracias a los tantos de Raúl García y de Giménez, lo que pone en ventaja al club rojiblanco de cara al encuentro de vuelta que se jugará la próxima semana en el Santiago Bernabéu.
El equipo de Simeone tiene tomada la medida a los blancos, lo demostró una vez más. No hay examen que se le escape al técnico argentino, que demostró tener bien estudiado a los blancos. Este miércoles, con el ingrediente de Torres, el partido no necesitaba más alicientes para los colchoneros, cuyo regalo de Reyes llegó con un día de retraso.
El conjunto madridista, por su parte, comenzó el duelo enérgicamente, teniendo una buena ocasión a los 44 segundos con un remate de cabeza de Sergio Ramos, quien conectó un fuerte testarazo tras un saque de esquina botado por el colombiano James Rodríguez. El portero esloveno Oblak evitó el tempranero gol visitante con una parada a bocajarro, pero se vio que el Real Madrid acudía al envite con ganas de mostrar sus bazas ofensivas cuanto antes.
El dominio merengue se hizo patente con varias internadas por el flanco izquierdo de su ataque, poniendo en apuros a Jesús Gámez en el lateral derecho de un Atlético que, paradójicamente, no fue inquietado por el costado zurdo defendido por el joven Lucas. El canterano, de hecho, desperezó al club colchonero con una arrancada desde su banda que terminó sin peligro.
Casi al cuarto de hora de partido, el árbitro anuló un gol al galés Gareth Bale por fuera de juego, y justo a continuación Antoine Griezmann tuvo la mejor oportunidad del Atlético. La defensa local sacó rápido, con un pelotazo que cayó a los pies del mediapunta francés para montar el contragolpe. Su posterior disparo fue desviado por Keylor Navas a córner.
De ahí hasta el final del primer tiempo, hubo más intensidad que otra cosa, con los visitantes marcando el compás del duelo en las labores ofensivas. Sin embargo, las arremetidas de los pupilos de Ancelotti eran inocuas ante el buen repliegue defensivo de los jugadores dirigidos por el ‘Cholo’ Simeone.
EL REAL MADRID NO INTERPRETÓ BIEN LA SEGUNDA PARTE
Tras el descanso, el Real Madrid empezó asustando a su contrincante gracias a un remate desviado de Bale, que en el minuto 51 culminó con un derechazo cruzado un balón bombeado al interior del área de Oblak. Poco después, James apenas inquietó al guardameta esloveno con un tiro lejano que se marchó por encima de la portería atlética.
Los rojiblancos pusieron la réplica con un potente tiro de Gabi desde la frontal del área de Navas, que finalmente repelió Varane. Era el preludio del primer tanto del partido, que llegó tras un penalti cometido por Sergio Ramos. El defensa andaluz agarró a Raúl García y Clos Gómez indicó la pena máxima, aprovechada por el propio Raúl García para adelantar a los suyos en el electrónico del Vicente Calderón.
El equipo blanco no supo muy bien cómo reponerse de ese gol recibido y no generó ocasiones de verdadero peligro para la portería colchonera, ya ni siquiera con un Cristiano Ronaldo que arrancó de suplente y no saltó al césped hasta la segunda mitad del derbi en sustitución de James Rodríguez.
El Atlético puso tierra de por medio en el partido con un segundo gol, obra del central uruguayo Giménez a la salida de un córner sacado por Gabi. El defensor charrúa se elevó por encima de su marcador, Sergio Ramos, para ‘enganchar’ un cabezazo inapelable para el costarricense Keylor Navas.
Pese a que aún restaban casi 20 minutos por disputarse, los locales sellaron con ese 2-0 un triunfo muy importante para sus intereses de cara al partido de vuelta en el feudo madridista, donde quizá Fernando Torres tenga ocasión de brillar más que en la ida, pues acaparó todos los focos previos al duelo pero pasó casi desapercibido.
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