El golfista norirlandés Rory McIlroy reconoció que ve un sueño cumplido al convertirse en el nuevo número uno del mundo tras conquistar la victoria en el Honda Classic, puntuable para el circuito de la PGA.
«Siempre ha sido uno de mis sueños convertirme en número uno o en el mejor jugador del mundo. Pero nunca me hubiera imaginado que lo iba a llegar aquí tan rápido. Espero que pueda mantenerlo un poco de tiempo», afirmó tras su triunfo en la cita de Florida.
El joven jugador, de 23 años, celebrará el hecho de haberse convertido en el decimosexto golfista en ocupar el liderato mundial viajando a Nueva York para pasar unos días con su novia, la exnúmero uno del tenis Caroline Wozniacki, antes de volver a Florida para competir en el Campeonato Mundial.
McIlroy, que aguantó el arreón final de Tiger Woods para adjudicarse el triunfo con dos golpes de ventaja sobre el ‘Tigre’, reconoció haber vivido «un día duro». «Sobre todo porque veía a Tiger presionando desde atrás. Yo sabía que jugando para el par probablemente sería lo suficientemente bueno para ganar, y eso es lo que estuve tratando de hacer», apuntó.
Por otra parte, restó importancia al hecho de ser el segundo golfista más joven, tras Woods –lo logró con 21 años–, en hacerse con el número uno del mundo. «Lo primero y más importante es que resulta grandioso ganar este torneo», aseguró el norirlandés, que cumplirá 23 años el 4 de mayo.
Por último, se mostró satisfecho con su nivel de juego. «A pesar de no haber hecho mi mejor golf, puedo ser competitivo, lo que me da mucha confianza. Cuando estoy al máximo, creo que soy difícil de ganar», finalizó.
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