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El Real Madrid conquistó este domingo en A Coruña la 80ª edición de la Copa del Rey al derrotar (81-85) al Herbalife Gran Canaria en el Coliseum de la capital gallega, en una final apretada hasta los últimos minutos, donde la artillería blanca destrozó el sueño amarillo para escribir su propia historia.
El Madrid se proclamó campeón por tercer año consecutivo, un récord histórico en el formato de fase final. Como hicieran en Málaga y en Gran Canaria, los de Pablo Laso volvieron a levantar la Copa, estirando además un idilio coruñés que le ha llevado a conquistar los cuatro torneos del ‘K.O’ aquí celebrados.
El cuadro blanco completó su tercer gran partido para salir campeón de su 26º título copero. No las tenían todas consigo los de Laso, en un año irregular, pero a la hora de la verdad, el Madrid supo sacar galones y oficio. Un mundo en ese sentido le separaba del Gran Canaria, que se quedó con la miel en los labios en la que era su primera final de Copa.
Aíto García Reneses llevó a los canarios a la pelea por un título, por segunda vez en su historia tras la pérdida el año pasado en la Eurocup, y los suyos respondieron. Plantaron cara al campeón de Europa, se mantuvieron en pie hasta que el toma y daca del último cuarto terminó con su sueño. Aún así, los de amarillo exigieron al Madrid hasta el final.
Los de Aíto compitieron sin complejos desde la primera mitad, a pesar de momentos de superioridad blanca. El cuadro amarillo aguantó varios zarpazos del defensor del título y superó las distintas crisis en su juego. El arranque con los primeros minutos en esta Copa de Pasecniks y con Pango en la dirección no resultó y el ‘Granca’ sufrió de inicio.
El Madrid tampoco se complicó, buscó a Carroll y encontró petróleo en la zona rival con Ayón (4-11). El cuadro de Las Palmas dejó esa puerta abierta durante muchos minutos, uno de los mayores obstáculos en la ambición canaria. Tampoco el acierto en el tiro sonrió al Herbalife, hasta que Rabaseda anotó dos triples vitales para no dejar escapar a los de Laso.
Además Omic y Oliver mejoraron al equipo, mientras que Sergio Rodríguez no hizo lo mismo con el Madrid. El pívot esloveno mandó al banquillo a Ayón por la segunda falta y Nocioni estuvo lejos del papel relevante de los dos primeros partidos. Buenos minutos de Pablo Aguilar confirmaban que el ‘Granca’ no pensaba regalar la final (24-26).
En el tramo final del primer tiempo la trampa de Aíto daba sus frutos, pero la resistencia amarilla aún tuvo que sobrevivir otro golpe del campeón. De nuevo con la sangría en la zona rival, el Madrid se escapó por momentos, pero los triples de Seeley, Salin y Báez, este último sobre la bocina del descanso, confirmaron el hambre de Copa del Gran Canaria (38-40).
EL ‘GRANCA’ EXIGE EL MÁXIMO AL CAMPEÓN
Tras el paso por los vestuarios el Madrid trató de nuevo de encender la muñeca de Carroll. Con dos triples del de Wyoming y otros dos de Maciulis hizo tambalearse los cimientos de Aíto. La concentración que tanto reclama el técnico canario desapareció por momentos, pero el ‘Granca’ se aferró a la final para cumplir con el primer objetivo, llegar vivo al último cuarto (59-62).
Ahí el conjunto de Las Palmas se dejó llevar con más corazón que cabeza. Se olvidó de defender y aceptó un intercambio de canastas que ampliaba el favoritismo del Madrid. Ayón rubricó su gran torneo dando más puntos y rebotes a los suyos, suficiente para ser el ‘MVP’ de la Copa, y el ‘Chacho’ tiró del carro. Con diez puntos de renta, los de Laso comenzaron a saborear el título.
No habían hecho historia los canarios para irse de vacío. A la heroica, como fueron sus victorias ante Valencia y Bilbao, el Gran Canaria disputó su primera final hasta el último minuto, con los triples de Oliver y Rabaseda. Una despedida honrosa para los de amarillo y una Copa más para los de blanco, que dan un golpe en la mesa para lo que resta de temporada.
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