Nov 072014
 

El Sevilla ha dado un paso de gigante para conseguir el billete para los dieciseisavos de final de la Europa League tras imponerse, no sin esfuerzo, al Standard de Lieja (3-1) en un partido perteneciente a la cuarta jornada de la fase de grupos donde merecieron mejor suerte los nervioneneses.

El equipo de Unai Emery está cómodo en su competición fetiche, y mucho más cuando juega al calor de su gente, donde demuestra una madurez incuestionable y un fútbol de gran nivel. El Pizjuán disfrutó de los suyos y de una victoria que les deja muy cerca de las eliminatorias en la segunda competición continental.

El conjunto andaluz echó mano de Kevin Gameiro para conseguir el primer tanto de la noche. El delantero francés marcó con la cabeza el 1-0, tras un desvío de MBia, y descolocó a su rival a los 20 minutos, cuando todavía apenas había dado muestras de querer salir de su campo.

Mérito de los nervionenses, que trabajaron muchísimo para aumentar la renta y dejar hecho los deberes. Sin embargo, el conjunto belga despertó con un lanzamiento de falta en el que encontró algo de fortuna. Mpoku disparó a portería y tocó en un defensa del Sevilla, que desvió la trayectoria a Beto.

El empate no arrugó a los de casa –ni mucho menos– sobre todo porque estaba José Antonio Reyes en el verde. El jugador con más calidad de todo el Pizjuán encontró la pared perfecta y volvió a poner en ventaja a su equipo cuando más lo necesitaba, a un par de minutos para enfilar el túnel de vestuarios.

El de Utrera hizo dos paredes y definió con su zurda, al palo largo, con la facilidad que siempre le ha caracterizado. En Londres, en Lisboa en Madrid o en Sevilla. Reyes nunca agotó su fútbol, sólo que hubo veces que no quiso entregarlo. Esta noche, fue la suya, aunque tuviera que retirarse lesionado mediado el segundo acto.

El capitán del vigente campeón se retiró del campo a la hora de partido, cuando el marcador todavía no dejaba confiarse a los sevillistas. Pero es que la incertidumbre no desapareció hasta el minuto final con un tanto de Carlos Bacca. Antes, Denis Suárez la estrelló en el larguero, pero no fue hasta el ’90 cuando el colombiano encontró portería.

Así murió el encuentro y el Sevilla pudo levantar los brazos al viento. Tres puntos vitales para los pupilos de Unai Emery y para su afición. Los nervionenses siguen liderando el grupo G de la Europa League con dos puntos de ventaja sobre el Feyenoord holandés.

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