Mar 182014
 

El Real Madrid venció al Schalke 04 (3-1) en la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones, en un partido intranscendente en el que Cristiano Ronaldo hizo un doblete, pero que estuvo marcado por la lesión de Jesé, que se retiró con una grave lesión en su rodilla derecha.

Uno de los tópicos de este tipo de partidos, en los que no hay nada en juego, suele versar acerca de evitar el infortunio en forma de lesiones. Con el ‘clásico’ y el final de la temporada a la vista, el Real Madrid perderá para la causa a Jesé, que en el minuto dos de encuentro, tras una falta de Kolasinac, vio como su rodilla derecha se le quedaba clavada.

De confirmarse los peores pronósticos, el Real Madrid se quedará sin el jugador que ha sido una de las mejores noticias para los merengues de la temporada. El canario se fue haciendo hueco a base de goles en la rotación de Ancelotti hasta el punto de ser prácticamente el jugador ‘número 12’ para el entrenador italiano. Sin él, la delantera blanca quedará reducida al tridente Bale, Cristiano, Benzema, más Alvaro Morata y esporádicas vueltas de Di María al extremo.

Y eso que no se puede decir que Ancelotti arriesgara con el once. Del equipo que presumiblemente alineará el próximo domingo ante el Barça, solo jugaron como titulares Cristiano Ronaldo, Xabi Alonso y Sergio Ramos -a los dos últimos les cambió en la segunda parte–, más Carvajal, que actuó en la segunda mitad, y Bale, que tuvo que entrar por Jesé. El resto, fueron los habituales suplentes.

En la mezcla entre titulares y suplentes, Isco y Cristiano Ronaldo se encargaron de darle brillo al partido. El malagueño dio un ‘clinic’ de cómo jugar al fútbol desde una posición que aún no domina, la de interior, pero que en días como el del Schalke, sin obligaciones defensivas, le permitió destapar el tarro de las esencias. Incluso pudo hacer gol en dos ocasiones, pero en una Färhmann le sacó un gran disparo desde la frontal y en la otra, tras romper la cintura a un defensor alemán, no acertó con la portería.

En cuanto a Cristiano, volvió a demostrar que él no entiende de trámites ni de partidos sin valor. El portugués siempre quiere marcar y justificó su presencia ante el conjunto alemán con dos goles, los dos primeros del Madrid, y ya suma 13 en la presente edición de la ‘Champions’. Lo que le supone estar a un gol del récord de la competición, que ostenta su némesis futbolística, Leo Messi, con 14. Un registro que pudo incluso superar en este mismo partido, si los palos no se lo hubieran evitado.

Más allá de Isco y Cristiano, en el Real Madrid el encuentro sirvió para ver que Bale cada vez participa más del juego; que Varane está plenamente integrado en la dinámica del grupo; y que Nacho es un valioso comodín para Ancelotti. Además, Morata hizo un gol, algo que a pesar de que no fue su mejor partido como jugador del Real Madrid, le debe servir para coger confianza para un final de temporada en el que puede ser decisivo para el equipo blanco. Sin ir más lejos, este domingo, si es que Benzema no se recupera de sus molestias.

Sobre el Schalke, lo mejor que se puede decir es que no tiró el partido en ningún momento. En realidad es algo que no se podían permitir, tras la peregrinación a Madrid de 4.000 fieles, que no pararon de animar en todo el partido. Individualmente, lo más destacable del conjunto alemán fueron algunas acciones de Obasi y los detalles de Max Meyer, un joven de 18 años que está llamado a ser el relevo de Julian Draxler, la estrella actual del equipo, si es que algún grande se lo ‘roba’ al equipo de la cuenca del Rhur.

De esta forma, el Madrid ya está en cuartos de final por cuarto año consecutivo, tras superar a un Schalke que demostró no ser rival para el conjunto de Ancelotti durante toda la eliminatoria; pero en el camino se ha dejado a Jesé. Una baja sensible que empaña un encuentro que debió ser una fiesta en el Bernabéu.

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