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El tenista serbio Novak Djokovic se ha proclamado vencedor del Masters 1000 de París después de vencer al español David Ferrer, defensor del título, por un doble 7-5 y, además, sigue en la pelea por acabar como número 1 del mundo con otro español, Rafa Nadal.
Para Djokovic, éste es el sexto título de la temporada (tercero de la categoría Masters 1000) y supone un paso más para su objetivo de acabar como número 1 del mundo. Este lunes, con los puntos restados de las Finales ATP del año pasado, Nadal liderará la clasificación con 12.030, mientras que Djokovic aparecerá con 10.610.
Un pleno de victorias en Londres supone 1.500 puntos para el que lo consiga, con lo que esa es la opción del serbio para salir como número 1 el próximo domingo: repetir el pleno de 2012 y esperar que Nadal no gane ningún partido.
En cuanto a David Ferrer, el alicantino se quedó con las ganas de reeditar el triunfo en Paris-Bercy que lograse el año pasado. El español, sin embargo, sigue con su buena racha de juego en este final de temporada. Sus últimos tres torneos (Estocolmo, Valencia y París) los ha saldado con sendas finales. Solo le ha faltado rematar para conseguir su tercer título esta temporada.
Y eso que en el partido de este domingo, Ferrer le ha plantado cara en todo momento a Novak Djokovic. Siempre ligeramente desplazado por detrás de la línea, el alicantino conseguía recuperar en numerosas ocasiones su posición para pasar él al ataque. Fue una lucha de poder a poder que se decidió en los momentos claves.
Porque Ferrer salió a la pista dispuesto a defender con uñas y dientes lo que era suyo, el título de París. Fruto de ese ímpetu, en el quinto juego del set, ‘Ferru’ consiguió romperle el saque al balcánico. Ahí llegó el primer momento del partido clave. Con 5-4 y su servicio para ponerse un set arriba, Ferrer no consiguió cerrar y Djokovic acabaría llevándose la primera manga por 7-5.
En ese momento, Djokovic desplegaba su mejor juego sobre la pista cubierta de Paris-Bercy y Ferrer era presa de los nervios y de la precipitación. Con esos ingredientes, la mayoría de las veces el segundo parcial suele caer por inercia para el que viene por detrás. Eso debió pensar Djokovic, porque se relajó, disminuyó el nivel y lo pagó.
Con lo que no contaba el número 2 del mundo es que delante tiene una roca mental. Ferrer se impuso a ese mazazo y firmó un inicio de segundo parcial tremendo. Le rompió el saque a las primeras de cambio a Djokovic; superó una bola de ‘break’ en contra en su primer saque; y estuvo cerca de ponerse 3-0, pero con 15-40 a su favor al serbio le ayudó la cinta (la suerte del campeón) y Djokovic acabó por mantener su servicio.
Pero la roca, tiene resquicios cuando se trata de cerrar ‘sets’. Tras ese gran inicio de Ferrer, la segunda manga acabó siendo un calco de la primera. Tras ese inicio, ambos jugadores se dieron unos juegos de claro dominio del servicio y cuando llegó Ferrer al 5-3 la historia se repitió. En ese momento, el alicantino empezó a cometer más errores forzados de la cuenta, el serbio incrementó el nivel y todo junto supuso un nuevo parcial de 4-0 para Djokovic que acabó por cerrar el encuentro.
Djokovic reina en París-Bercy por segunda vez en su carrera (la otra vez fue en 2009) y llega a Londres y a la final de la Davis en un gran momento de forma. Ferrer, mientras tanto, sigue teniendo como asignatura pendiente en las finales contra los grandes no fallar en los momentos claves. Lo bueno del tenis es que cada semana te da una nueva oportunidad. La de Ferrer empieza el martes, en la Copa de Maestros.
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