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El Real Madrid se ha impuesto con contundencia al FC Barcelona (1-3) en el Camp Nou, en la vuelta de la semifinal de Copa del Rey, y ha conseguido su billete para la final gracias a sacar el máximo provecho a sus armas, contraataque y jugadas a balón parado, y ayudado por un apático Barça que volvió a estar negado en la búsqueda del juego ofensivo y que ni inquietó a los de José Mourinho.
Como en Milán en Liga de Campeones, el Barça no fue sí mismo, incapaz de encontrar la vía hacia su juego habitual, el que le ha llevado por el camino del triunfo estos últimos años, y si en San Siro se topó con el bus del AC Milan esta noche, ante su público, congelado, volvió a hacerlo contra un Real Madrid que estuvo muy cómodo y más desde el 0-1, y que maquilló al final con el 1-3.
Pese a que esta vez el banquillo blaugrana no tardó tanto en empezar los cambios, no hubo un planteamiento distinto para intentar sorprender a los blancos. Tuvieron el balón los culés, por la renuncia del rival, pero fue el Madrid quien dio la sensación de superioridad y de tener todo bajo su batuta, superiores en el aspecto táctico. No hubieron grandes ocasiones, ni por un lado ni por el otro, pero hubo unos que las aprovecharon.
Con todo el jugo exprimido por parte blanca, el paso de los minutos asentó al Real Madrid en el Camp Nou, bien puesto atrás y con un Varane que repitió su gran actuación de la ida en el Santiago Bernabéu y volvió a marcar de cabeza. El joven central cerró la cuenta abierta desde el punto de penalti por Cristiano Ronaldo (minuto 13) y continuada por el portugués.
Tras una contra llevada por Di María, que encaró a un Puyol que se fue al suelo, y pese a que Pinto desvió el remate del argentino, el rechace cayó a un solitario Ronaldo que controló y marcó ante la oposición de Alba y de un Pinto que no pudo llegar a tiempo tras su primera intervención. Este gol fue el jarro definitivo de agua fría a un Barça y un Camp Nou incapaces de remontar.
Así, buscando un poco ya el milagro pero sin que cuajaran las ocasiones, llegó la sentencia de Varane a la salida de un córner. Testarazo imparable a la escuadra izquierda de un Pinto superado. A partir de entonces, Roura acabó con los cambios dando entrada a Thiago para dar descanso a Xavi, más que para encontrar una reacción.
La sensación era clara, el resto de partido estorbaba a ambos. El Madrid, pensando ya en el duelo clave de Liga de Campeones contra el Manchester United, donde se juega su gran baza para esta temporada, y el FC Barcelona con la intención de no verse más afectado en el marcador y con ganas de hacer borrón y cuenta nueva.
No obstante, llegó el gol de la consolación. En una de las pocas jugadas en que se usó la banda como apertura del campo y de un cerrado Real Madrid, Iniesta encontró por alto a Jordi Alba tras una internada del lateral internacional español, que batió con un disparo cruzado a un Diego López que el poco trabajo que tuvo lo hizo bien, con la única excepción de no poder detener este disparo con el que los blaugranas maquillaron el marcador final. El Real Madrid, en uno de sus mejores partidos en el Camp Nou, espera ya rival para la disputa por el título, que ya no podrá defender el FC Barcelona.
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