La selección olímpica española de fútbol cerró su participación en los Juegos Olímpicos de Londres con un insípido empate (0-0) ante Marruecos, en un partido disputado en Old Trafford, que evidencia el decepcionante nivel del combinado de Luis Milla, incapaz de superar la fase inicial y de marcar un gol en tres encuentros.
Llegó la selección olímpica sin ninguna opción al tercer partido de la fase clasificatoria, después de perder con Japón por 0-1 y contra Honduras por el mismo resultado. Los de Milla tenían el único objetivo de salvar la honra y para ello introdujo dos cambios en el once respecto al último partido, el de Domínguez por Iñigo Martínez y Koke por Oriol Romeu.
Con ello esperaba que el duelo ante los africanos se tradujese en algo positivo, pero no fue así. Se notaba desde el principio que el partido tenía poca trascendencia para el combinado nacional ya que salió al campo con muchas imprecisiones, falto de ritmo y sin usar su sello de identidad: la posesión del balón. A eso se le sumó las ganas del equipo marroquí que se jugaba el billete a cuertos.
Pasada la media hora, un tiro al palo de Adrián pareció reactivar al equipo que dirige Luis Milla, que comenzó a ser más agresivo y a tomar el control del balón. La banda izquierda comandada por Jordi Alba conectaba con Mata y Muniain, pero no era suficiente para conseguir el primer gol de la selección en los Juegos Olímpicos de Londres. Y así, sin goles, se llegaba al descanso con un merecido empate.
Con la reanudación del encuentro Javi Martínez dejó su puesto a Ander Herrera. El campeón del mundo y de Europa ha llegado un poco justo a este final de temporada y esto lo ha notado el equipo de Milla. Su cambio le dio otro aire al combinado español que lo intentó más arriba pero sin suerte. Por su parte, el cuadro marroquí, que está en ayunas por el Ramadán, lo siguió intentando a la contra y apunto estuvo de llegar el gol de Amrabat con una vaselina que se fue por poco.
A 20 minutos del final la selección española encontró el camino y otra vez Adrián se plantó delante del portero, pero una fallida vaselina se quedó en un saque de puerta para los marroquíes. Los cambios de Isco por Tello y Koke por Muniain permitieron al equipo de Milla llegar con tiros lejanos que el portero detenía, pero que hacía que Marruecos no saliera con tanto peligro.
El partido era de España y Jordi Alba junto con Mata eran los más activos en ataque. Marruecos esperó atrás agazapada ante la ofensiva española que jugó esta vez sí, con criterio y en la búsqueda del gol. El combinado nacional robaba rápido y pronto sacaba una jugada de peligro en el área que defendía Amsif.
Ya en los minutos finales Marruecos –ante la falta de acierto español– decidió plantarse en la puerta que defendía De Gea –que jugaba en su casa– y en más de una ocasión tuvo que estirarse para impedir el gol de los blancos. Adrián iba a tener otra oportunidad para poner por delante a la selección pero otra vez el rechace del portero se estrelló en el poste y salió a córner.
Con todo ya acabado, en los minutos de descuento, Tello pudo conseguir el ansiado gol, pero el partido acabó con 0-0 y la selección se despidió de Londres sin conseguir ni un gol y con un sólo punto, un bagaje bastante pobre para una selección española que apuntaba a lo más alto.
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