El ciclista español del Katusha Joaquín ‘Purito’ Rodríguez afrontará las últimas seis etapas del Giro de Italia tras haber gozado de un día de descanso este lunes que le conducirán junto al resto del pelotón a las calles de Milán tras dos jornadas de perfil medio, tres etapas de alta montaña y una contrarreloj individual.
El catalán gozó este lunes de la segunda jornada de descanso de la ronda transalpina, donde intentará recuperarse del cansancio acumulado durante las dos primeras semanas de competición que han servido de preludio a unos últimos días de lo más complicados, con el paso por los Dolomitas inclusive.
El objetivo del ciclista natural de Paret del Vallés será no únicamente el defender la preciada ‘maglia rosa’, sino el de aumentar la ventaja de 30 segundos que ostenta sobre el canadiense Ryder Hesjedal (Garmin) y sobre el resto de favoritos, en todo lo que le sea posible, ya que sus buenas prestaciones cuando la carretera ‘pica’ hacia arriba aminoran en su lucha particular contra el crono.
Así pues, el actual líder del Giro, afrontará este martes una etapa de perfil llano que concluye con un repecho muy acorde a sus condiciones, explosivo, breve y con algún tramo de pavé, con rampas de hasta el 13 por ciento durante dos kilómetros en los que ‘Purito’ intentará un demarraje para adjudicarse las últimas bonificaciones en juego.
El miércoles se llegará por fin a la cadena montañosa de los Dolomitas, en una jornada de alta montaña cuya terna se completará el viernes y el domingo. En la decimoséptima jornada, el pelotón ascenderá dos puertos de segunda (Valparola y Forcella Staulanza) y otros tantos de primera (Duran y Giau) para concluir la etapa en un frenético descenso donde los favoritos tendrán que lanzarse a ‘tumba abierta’ para ‘rascar’ algún segundo. El último de ellos, el paso de Giau aguarda con unas medias de pendiente que rozan el 10 por ciento.
Ya el viernes, tras haber solventado una jornada de transición el día anterior, la ‘grupetta’ afrontará una de esas etapas del denominado ‘perfil de sierra’ con una tachuela de tercera categoría, un puerto de segunda, dos de primera y uno último de idéntica puntuación, el Alpe di Pampeago, con rampas del 16 por ciento en su tramo final y en cuya cima se situará la meta.
Antes de la contrarreloj final de Milán, donde se decidirá el podio definitivo del Giro tras un recorrido individual sobre 30 kilómetros, se habrá vivido la gran etapa dolomítica donde además de tres puertos de segunda y tercera categoría, los ciclistas ascenderán el mítico Mortirolo, de primera, para concluir abordando el imponente Stelvio, de categoría especial.
Estos dos últimos colosos, donde los favoritos podrían echar al traste el trabajo de casi tres semanas, supondrán un esfuerzo titánico para los ciclistas, en una jornada de 219 kilómetros. El primero de los escollos rocosos alberga en su interior unas rampas del 22 por ciento dentro de un 10 por ciento de pendiente media. Mientras que el Stelvio es un puerto tendido con una ascensión del 7 por ciento durante más de 22 kilómetros de subida.
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