Madrid-Montepaschi, partido estrella dentro de la Euroliga | El Mirandés mantiene vivo el sueño tras otra remontada |
El FC Barcelona, que ya asestó un gran golpe al Real Madrid con su victoria en la ida (1-2), debe rematar este miércoles (22.00/Canal Plus) su clasificación para las semifinales de la Copa del Rey y tumbar al vigente campeón, que no parece afrontar el duelo con excesivo espíritu de remontada.
El resultado de la ida ha hecho más daño a los blancos que el marcador en sí, ya que ha destapado conflictos en el vestuario y ha creado una fractura en el idilio de José Mourinho con parte de la afición, que no comparte las decisiones adoptadas por el luso en los partidos ante el eterno rival.
La derrota liguera en el ‘clásico’ del pasado diciembre quebró la buena racha de los blancos e hizo bastante daño en la moral de los madridistas, pero la ventaja al frente de la clasificación sirvió para paliar el disgusto. Sin embargo, el pasado miércoles, la desilusión y la indignación se apoderó de la gran parte de la grada, que no comprendió la decisión del entrenador luso de alinear de inicio a dos futbolistas con los que apenas había contado en los últimos meses y al que le falló de nuevo su apuesta por Pepe en el centro del campo.
Pepe, que había formado un tándem infalible junto a Sergio Ramos en el eje de la zaga, se desquició de nuevo ante los azulgrana, y acabó ofreciendo su peor versión, con actuaciones teatrales y un desagradable pisotón a Messi que dio la vuelta al mundo.
El Bernabéu se pronunció el domingo ante el Athletic, donde el equipo sumó una victoria que les mantiene con el colchón de cinco puntos, pero que no parece ser suficiente, no sólo porque se le conceda una gran importancia a la Copa del Rey, única competición que ha dado alegrías a José Mourinho, sino por la sensación amarga de incapacidad para acabar con la paternidad de los azulgrana.
Lo sucedido en el último mes ha vuelto a mudar el discurso del entrenador luso, que se había mostrado más amable este otoño, y que, de nuevo, ofreció su versión más lacónica y beligerante, eludiendo hablar de su futuro, del público y, lo más importante a nivel deportivo, del equipo que alineará en el Camp Nou y de sus aspiraciones de remontada.
Así, ni siquiera hizo pública la convocatoria, ya que el equipo no viajará hasta el mismo día del partido, por lo que a las bajas casi seguras de Khedira o Di María se unen las dudas sobre Lass, Esteban Granero, su última apuesta para el centro del campo, y el propio Pepe, al que ha asegurado alineará si está bien físicamente, para disgusto de los que creen que el luso debería recibir un castigo interno.
De esta forma, habrá que esperar hasta última hora para confirmar el equipo titular tanto por las dudas físicas como por las sorpresas que el técnico de Setúbal ha incluido en sus últimas alineaciones, léase Carvalho y Altintop o Granero y Kaká ante el Atheltic.
Mientras, desde el club se han lanzado pocos mensajes de remontada como ocurriera otras ocasiones, ya que el equipo necesita una victoria por, al menos, 0-2, la que se dio en 2002, la última vez que el Real Madrid superó a los azulgrana en una eliminatoria, entonces en las semifinales de la Liga de Campeones.
EL BARÇA, CENTRADO EN EL FÚTBOL
Por su parte, el Barça quiere hacer bueno el 1-2 de la ida pero desconfía de los supuestos problemas internos de un Real Madrid que no puede hacer otra cosa que salir al ataque, por lo que el ambiente culé prefiere olvidarse del ‘caso Pepe’ y centrarse en el fútbol, donde han demostrado ser mejores.
Con tan sólo los tres jugadores lesionados de larga duración –Afellay, Villa y Fontàs– y con Keita en la Copa de África, el técnico, Pep Guardiola, cuenta con efectivos de sobra para elaborar el once que más le plazca de cara a desactivar las contras del eterno rival y poder retener el balón, una arma casi infalible ante los blancos, perdidos siempre detrás de jugadores blaugranas.
Por ello, la única presencia segura en el once del de Santpedor es Pinto, que ya ha firmado este martes su renovación por un año más como culé. Casi descartada la defensa de tres, para cubrir los extremos del Real Madrid, falta ver si Guardiola da un nuevo giro de tuerca a su sistema para sorprender o, por contra, apuesta por el más que efectivo 4-3-3 con la distintiva movilidad arriba que evita que la defensa contraria esté cómodamente asentada y fijada.
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