El jugador del FC Barcelona Dani Alves ha advertido que para poder mantener la diferencia de cinco puntos con el Real Madrid y asegurarse la tranquilidad en la visita blaugrana al Santiago Bernabéu no pueden cometer errores ante el Villarreal este sábado.
«Son tres puntos más, que nos permitirían en la peor de las hipótesis mantener el margen con el segundo. Ahora yo no hay vuelta atrás, no habrá segundas oportunidades. Se acerca el final y cualquier error se puede pagar muy caro», declaró en rueda de prensa.
Asimismo, aseguró que una victoria en El Madrigal sería un «golpe moral». «Sabiendo que el rival (Real Madrid) espera que tropieces sería un golpe de moral importante, pero que no define nada. De ahora hasta el final sólo quedan finales», comentó.
«Tenemos jugadores para este tipo de ocasiones. Será una prueba para saber qué Barça tenemos y dónde podemos llegar. Es en estos momentos cuando sabes si tienes un gran equipo o no», señaló sobre las ausencias de Xavi, Keita, Puyol y la posible de Messi, que deseó que pueda jugar el sábado en Villarreal.
Por otro lado, afirmó que no ganar nada al final de temporada sería «muy decepcionante». «Hacer todo lo que hemos hecho y no conseguir nada sería una decepción muy grande. Pero sabemos que el fútbol tiene este tipo de cosas, puedes competir de puta madre y no ganar nada», recalcó.
El defensa brasileño firmó hace unas semanas su renovación con el Barça, tras un periplo largo de negociaciones. Alves se mostró «feliz» de continuar ligado a la entidad blaugrana. «Mi deseo era seguir aquí lo máximo posible y acabar mi carrera aquí. Estoy más feliz que cuando fiché por el Sevilla, porque significa que lo he hecho bien estos tres años», comentó.
«El presidente me explicó la situación y que me ofrecían el máximo que podían y yo tampoco tenía muchas ganas de seguir en eso, porque al final te acaba afectando. Al final he conseguido mi deseo», añadió.
En el mismo sentido, explicó el importante papel que ha jugado su mujer en la decisión final. «No me haré el macho diciendo que yo mando, mi mujer manda, no pasa nada y ha influido mucho. El presidente le ha dado mucho las gracias a ella», indicó.
«Es algo muy difícil que yo juegue en el Madrid o en el Betis, sería una falta de respeto, preferiría volver a Brasil», razonó sobre posibles opciones de futuro.
Finalmente, comentó que el dinero, a pesar de ser importante, no ha sido determinante y que compararse con Xavi, Puyol, Iniesta o Messi, «con la historia que tienen en el club», no le gusta. «Yo quiero irme de aquí y que la gente tenga la impresión que los brasileños no están aquí tres o cuatro años y se van por la puerta de atrás o salen mal. Siempre he salido bien de los equipos en los que he estado», concluyó.
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