Edinson Cavani, estrella del equipo italiano, ya lo avisó en la previa del encuentro: el partido entre el Villarreal y el Nápoles era digno de la Liga de Campeones. Las expectativas quedaron más que satisfechas, ya que ambos equipos dejaron un poso de buen fútbol, emoción y calidad sobre el césped de El Madrigal.
No comenzaron demasiado bien las cosas para los locales. El Nápoles, con el español Víctor Ruiz como titular, mostraba una disposición táctica que entorpecía el juego de toque de los de Garrido. Con todo, lo peor llegó mediado el primer acto. Lavezzi puso un centro desde la banda derecha que fue rematado por Hamsik a gol. El gol creó un shock al equipo amarillo y también a los aficionados italianos que vieron cómo se venía abajo la valla que limitaba su acceso al terreno del juego. Al final, sólo hubo tres heridos leves.
El susto pudo ser mayor. Pocos minutos después, Lavezzi se plantaba solo ante Diego López, pero el guardameta internacional estuvo inspirado y abortó una ocasión que hubiera puesto casi imposible la eliminatoria. Tras esto, el Villarreal decidió ser fiel a sí mismo. Con un juego de toque y de combinación, el ‘Submarino’ comenzó a encerrar al Nápoles hasta que en el tramo final de la primera parte llegaron los goles de Nilmar y Rossi, ambos a pase de un gran Borja Valero.
Con el 2-1 todo quedó abierto para una segunda parte en la que la emoción y los nervios depararon un final de infarto. Sin embargo, los italianos no fueron fieles a su tradición y se despiden de la Europa League dejando al ‘Calcio’ sin representantes en esta competición. Al Villarreal le espera ahora el Bayer Leverkusen.
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