La integridad de una taza de café

Taza de caféPara hablar de lo difícil que es recuperar la confianza en el mundo de la empresa, Charles Handy refería en uno de sus artículos el ejemplo de una taza de porcelana que una vez rota ya nunca volvería a ser igual a pesar de que sus piezas pudieran llegar a pegarse después. Para tratar de transmitir a sus alumnos esa idea de una manera que no olvidaran, el profesor cogió una taza de café que había llevado ese día a clase y la lanzó con fuerza contra el suelo. A pesar del duro golpe, la taza rebotó en la tarima y en la pared sin romperse. Queriendo hablar de confianza, el profesor había logrado, ante la sorpresa de los alumnos por la violenta acción, dejar claro el concepto de integridad.