Que nadie piense que voy a hacer ninguna reflexión rimbombante sobre los discursos parlamentarios, género literario situado a caballo entre la literatura de aventuras y la de ficción. No se trata de eso, sino más bien de incidir en mi post de ayer dedicado a los libros «de debajo de la pantalla».
Prometí en un comentario averiguar si alguien más en mi oficina los tenía y así es. Dos personas más. Pero lo más curioso es que sus pantallas se apoyan en el mismo tipo de género, el de los discursos parlamentarios. En el primer caso, los pilares del LCD son los discursos de Emilio Castelar y Alejandro Mon. En el segundo, cuya pantalla está situada en el otro extremo de la oficina, son los de Práxedes Sagasta y el Conde de Romanones.
Quién les iba a decir a tan ilustres parlamentarios que sus discursos serían el fundamento de las nuevas tecnologías del mañana.