El presidente del FC Barcelona, Sandro Rosell, ha respondido este martes a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y a su petición de que la final de Copa del Rey entre el club blaugrana y el Athletic Club se juegue «a puerta cerrada» y en otro lugar que no sea el Vicente Calderón para evitar una pitada contra el SAR el Príncipe de Asturias o el himno español, pidiendo a sus aficionados que se «expresen libremente».
«Este viernes tenemos una final importantísima por jugar, y me gustaría muchísimo que pasase, y pido y deseo, que todos los barcelonistas y aficionados que vayan a la final puedan expresar libremente sus sentimientos, sólo faltaría», aseguró Rosell durante la presentación de las nuevas camisetas oficiales del FC Barcelona.