Abr 032012
 

Los diez uniformados que este lunes han sido liberados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tras más de una década de cautiverio han llegado a la base militar de Catam, en Bogotá, acompañados de sus familias.

Alrededor de las 19.05 horas del lunes (2.05 horas del martes en España) los aviones de la Policía Nacional y de la Fuerza Aérea en los que viajaban los uniformados y sus familias han aterrizado en Catam, donde han sido recibidos por altos mandos de la Fuerza Pública.

Ahora, los uniformados se someterán a un chequeo médico en el Hospital Militar y en la Clínica de la Policía Nacional de Bogotá para comprobar su estado de salud que, según ha indicado a Caracol Radio el miembro de Colombianos y Colombianas por la Paz (CCP) Iván Cepeda, es bueno, al margen de su delgadez.

Los uniformados han llegado a Catam procedentes del aeropuerto de Vanguardia, en Villavicencio, capital del departamento de Meta (centro), donde alrededor de las 17.55 horas del lunes (00.55 horas del martes en España) ha aterrizado el avión de la Fuerza Aérea de Brasil que les ha transportado.

Los seis policías y los cuatro militares se han bajado uno a uno del helicóptero, un Cougar 532UE. Todavía vestidos con sus respectivos uniformes, y algunos de ellos con la bandera de Colombia a modo de capa, han saludado visiblemente emocionados a los medios de comunicación.

Después, los uniformados han sido trasladados a una sala del aeropuerto de Vanguardia donde se han reunido con sus familiares por un breve espacio de tiempo, tras más de una década de cautiverio. Al parecer, la premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú y la ex senadora Piedad Córdoba han sido testigos de este reencuentro.

El operativo de liberación ha comenzado alrededor de las 10.30 horas del lunes (17.30 horas en España) cuando el Cougar 532UE ha despegado de Villavicencio para recoger a los diez uniformados en una zona rural ubicada en la frontera entre los departamentos de Meta y Guaviare.

A bordo del helicóptero iba una misión humanitaria compuesta por dos miembros del Comité Internacional de Cruz Roja (CICR) y dos de CCP: su presidenta, la ex senadora Piedad Córdoba, y la directora de la Casa de la Mujer de Bogotá, Olga Amparo Díaz.

Fuentes del CICR han informado al diario ‘El Espectador’ de que la misión humanitaria tuvo que caminar unos 40 minutos para encontrarse con el primer grupo de uniformados para después dirigirse hasta la orilla de uno de los ríos de la zona y recoger a los demás secuestrados en embarcaciones.

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