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Tanta pasión para nada es el título del nuevo libro de Julio Llamazares (León, 1955). Contiene doce relatos y una fábula, y todos ellos giran en torno a la pasión y su comprobada «inutilidad».
«Las pasiones sirven para poder vivir, sin pasión no se podría vivir, lo que ocurre es que a largo plazo las pasiones no sirven para nada», explica el autor.
Un futbolista que falla un penalti en el partido más importante de su vida, un viejo napolitano que decide recuperar el amor de su vida o un corresponsal de guerra prejubilado, son algunos de los protagonistas de Tanta pasión para nada (Alfaguara).
«Los protagonistas de estos cuentos son personas que ponen muchísima pasión en su vida para al final darse cuenta de que sirve sólo como ilusión», aclara Llamazares, autor de La lluvia amarilla (1988), El cielo de Madrid (2005) o Las rosas de piedra (2008) primer volumen de un recorrido por España a través de sus catedrales.
El título del libro procede del primer relato, El penalti de Djukic, donde un futbolista repasa su vida y su carrera profesional durante los segundos antes de lanzar un penalti.
«Arrodillado en el césped, como un boxeador caído, sólo pensaba en huir de allí mientras se repetía a sí mismo, como cuando se mató su hermano, lo que su padre solía decir de la vida cuando la vida le golpeaba: tanta pasión para nada», escribe Llamazares.
LA MITAD INÉDITOS
Algunos de los relatos de Tanta pasión para nada ya fueron publicados en periódicos, «pero la mitad son inéditos», subraya Julio Llamazares en una entrevista con Europa Press. En todos ellos, el autor habla de la realidad que conoce, pero sin moraleja o lecciones vitales porque la labor de un escritor, explica, no es enseñar sobre las cosas.
«El libro incluso incluye un cuento que es una especie de ironía sobre mí mismo y sobre los escritores, que se llama Un cuento de encargo, en donde a un escritor le encargan un relato y no se le ocurre nada», explica el autor.
En este sentido, alega que la crisis económica le va a venir muy bien a la literatura. «Estaba muy ensimismada con el bienestar», aclara este escritor, para quien la vida, en sí misma, es una pasión inútil.
EL PASO DEL TIEMPO EN SU PRÓXIMA NOVELA
«Decía Manuel Vicent que el gran tema de la literatura es el tiempo y el paso del tiempo, y que si fuéramos inmortales nadie escribiría, escribimos porque no somos eternos», explica este autor, quien ya está escribiendo la segunda parte Las Rosas de Piedra, centrándose en el recorrido por las catedrales del sur de España.
Asimismo, Llamazares ya tiene en su cajón parte de los folios que conformarán su próxima novela y versará sobre el paso del tiempo y sobre la idea del tiempo como motor de todo. «Escribimos intentando parar el tiempo, y al final, el tiempo lo arrasa todo, incluida la literatura», subraya.
El libro se cierra con un relato titulado, El día de mañana. «Mis padres se pasaron la vida pensando en el día de mañana. Tú piensa en el día de mañana me decían; tú ahorra para el día de mañana, me decían. Pero el día de mañana no llegaba. Hoy, de hecho mis padres ya están muertos y el día de mañana aún no ha llegado».
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