El debate a cuatro celebrado anoche en Atresmedia ha transcurrido desde la defensa realizada por Soraya Sáenz de Santamaría (PP) de la gestión del Partido Popular al frente de un Gobierno, que «cumple siempre», y que ha tomado «medidas durísimas» que evitaron el rescate y permiten ahora que España crezca, frente a las críticas de Pedro Sánchez (PSOE), Albert Rivera (Ciudadanos) y Pablo Iglesias (Podemos) que la acusaron de utilizar el argumentario del Ejecutivo.
Soraya Sáenz de Santamaría ha comenzado defendiendo la ausencia del debate a cuatro del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ‘saludado’ tanto por Pablo Iglesias como por Pedro Sánchez — «Nos estará viendo desde Doñana», han dicho, aludiendo a su jornada de descanso en Andalucía– y defendiendo la gestión del Partido Popular. «Somos un equipo amplio con un líder seguro y con un número dos», ha dicho la vicepresidenta como respuesta a la ausencia del candidato del PP a la reelección.
«Cómo se nota que no estaban ustedes aquí hace cuatro años»; «hablar es muy fácil, gobernar es muy difícil»; «cuando España no crecía, señores, había que achicar el agua», han sido algunos de los ‘dardos’ lanzados por la vicepresidenta a sus rivales, que se han afanado en replicar el «argumentario» del Gobierno. «Usted es inteligente, pero no tome a los ciudadanos por tontos», le ha llegado a pedir Pablo Iglesias a la ‘número dos’ del Ejecutivo.
IGLESIAS: PEDRO MANDAS POCO
Iglesias también ha cruzado duras críticas con Pedro Sánchez por estar al frente de un PSOE en el que «manda poco» y que sigue con la estrategia de «decir en campaña una cosa y hacer otra cuando gobierna», poniendo como ejemplo la huelga general contra la reforma laboral del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. «Lo has intentado, pero no has conseguido renovar el PSOE», ha añadido. Sánchez, tras defender que los socialistas «nunca» impidieron la negociación colectiva, ha acusado al líder de Podemos de «incoherencia» y ha comparado sus medidas con la Grecia de Alexis Tsipras.
Al igual que hiciera en el debate organizado por ‘El País’, Pedro Sánchez ha comenzado por dudar de las encuestas para defender que el PSOE es el único partido con el puede venir un «cambio». A su juicio, es la formación que puede llevar a cabo políticas diferentes a las que quieren aplicar «las dos derechas», situando aquí al Partido Popular pero también a Ciudadanos, partidario, en su opinión, del despido libre a través de su medida estrella, el contrato único.
Santamaría ha reconocido que le «sonroja» que el líder de los socialistas –el único que ha defendido que es «imposible» bajar los impuestos– hable de cuadrar el déficit o crear empleo, mientras que Albert Rivera le ha dado la razón a la representante del PP pero para criticar al bipartidismo y defender su contrato único como solución al paro: «No estamos ante un problema del PP sino de España».
Rivera, Iglesias y, sobre todo, Sánchez –por el pasado en el Gobierno del PSOE– han tratado de contrarrestar los mensajes de Sáenz de Santamaría situando al PP como la garantía para pagar las pensiones a pesar de, ha dicho la vicepresidenta, «haber tenido que sacar dinero del fondo de reserva» por el elevado desempleo dejado por Zapatero. «El PP es la seguridad de las pensiones porque somos el único partido que ha demostrado que es capaz de crear empleo» o «hemos cumplido siempre y ahora crecemos y por eso podemos bajar los impuestos», han sido algunos de los mensajes de la vicepresidenta.
BÁRCENAS, ERE Y MONEDERO
Iglesias, Sánchez y Rivera han tratado de ‘acorralar’ a Santamaría en el bloque de regeneración democrática a propósito de la corrupción que afecta al Partido Popular, con alusiones, especialmente, al caso Bárcenas. «Sé fuerte, Luis, sé fuerte», ha soltado Iglesias, a lo que la vicepresidenta ha respondido de inmediato: «Paga, señor Monedero, paga».
El líder de Podemos ha calificado al PP como «el partido de la corrupción», el candidato del PSOE ha leído la relación de los delitos por los que está siendo investigado el partido que preside Rajoy y el candidato por Ciudadanos ha sacado una portada de un periódico para sostener que la razón por la que el jefe del Ejecutivo no ha acudido al debate es para no dar la cara por escándalos como los supuestos pagos en negro de los ‘populares’.
Santamaría ha recordado escándalos como el de los ERE en Andalucía y ha afeado a Rivera que utilizara la «estrategia de defensa de Bárcenas», poniendo en duda la llamada «nueva política». «Los responsables de la corrupción están fuera del PP», ha terciado una Soraya que ha dicho que en su partido están «indignados y avergonzados». «No hay impunidad», ha enfatizado.
La crítica de Iglesias a las puertas giratorias con alusión a expolíticos como Felipe González fue contestada por Sánchez recordando que el que fuera presidente socialista ahora defiende como abogado a presos políticos en Venezuela, una decisión que tuvo el respaldo de las Cortes contando con el rechazo de Podemos.
El dirigente de Podemos tuvo un encontronazo con Albert Rivera a propósito del pacto antiyihadista: «¿Usted cree que se puede ser presidente del gobierno y no firmar este pacto?», le espetó el líder de Ciudadanos. «Un tema demasiado serio para no frivolizar; se está o no sé está cuando llegamos a un acuerdo», ha resumido Sánchez, que ha contado con la aprobación de Santamaría y Rivera frente a Iglesias.
TRIPARTITO DE PERDEDORES
Cataluña y la defensa de todos, excepto del PP, de una reforma de la Constitución ha sido cuestionada por Santamaría. «No se puede reformar la Constitución para contentar a quien no se va a contentar, sino para que España vaya a mejor», ha dicho la vicepresidenta «aspirante a presidenta», según Iglesias, algo que ha negado la también portavoz del Ejecutivo.
El líder del partido morado ha defendido el derecho a decidir – «que puede ser a quedarse» en España– y ha apelado a la película ‘Ocho apellidos catalanes’. Además, ha sostenido, entre continuas apelaciones a los demás para que no se pusieran «nerviosos», que Andalucía ya decidió sobre su independencia el 4 de diciembre de 1977.
La ‘número dos’ del Ejecutivo ha defendido la actual descentralización del Estado y ha constatado a través de los argumentos utilizados por sus rivales que no existe consenso sobre la reforma de la Constitución. Previamente, la vicepresidenta sí había concedido un acuerdo postelectoral entre PSOE, Podemos y Ciudadanos, a quienes se refirió como «tripartito de perdedores».
«Me dan miedo los tripartitos de perdedores», ha insistido Santamaría, que ha recordado que el PP es el único que ha anunciado que sólo gobernará en caso de ser la lista más votada. Rivera, al que las encuestas sitúan como la llave para el gobierno, ha defendido esta tesis de que la lista más votada trate de formar gobierno, pero añadiendo un matiz: «Si no puede formar gobierno, puede haber alternativas».
El minuto final ha concentrado los mensajes con los que cada candidato ha tratado de pedir el voto. «Tenemos proyecto, equipo y experiencia para gobernar», ha señalado Sáenz de Santamaría frente al cambio reivindicado por un Pedro Sánchez que ha advertido: «La derecha quiere romper la solidaridad». «Una nueva etapa de ilusión» ha sido la apelación de Albert Rivera que, en este punto, ha coincidido con el otro partido emergente, el de Pablo Iglesias, quien ha pedido a los ciudadanos que no olviden las tarjetas black o los recortes, pero con optimismo: «Sonrían, que sí se puede».
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