Mar 302016
 

La directiva nacional del Partido de Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) ha decidido en el congreso general celebrado este martes retirar su apoyo al Gobierno de Dilma Rousseff, lo que podría precipitar su caída, según informa la prensa brasileña.

«A partir de hoy, en esta reunión histórica, el PMDB se retira de la base aliada del Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff», ha anunciado el vicepresidente del partido, Romero Jucá, según informa el diario brasileño ‘Folha’.

Además, «nadie está autorizado a ejercer cualquier cargo público en nombre del PMDB», lo que significa que los siete ministros que posee en el Ejecutivo deberán dimitir inmediatamente. El titular de Turismo, Henrique Eduardo Alves, se ha adelantado a sus seis compañeros.

Los ministros del PMDB tendrán que entregar sus cargos el 12 de abril como fecha límite, si bien Jucá ha admitido que podría haber algunas excepciones, como los casos de Celso Pansera (Ciencia y Tecnología) y Marcelo Castro (Salud), que podrían optar por abandonar el partido.

La cúpula nacional del PMDB ha dado este paso al frente en una reunión que ha durado tres minutos y ha servido para exhibir la unidad de la formación moderada porque el resultado ya se había pactado entre bastidores en los días previos.

HACIA EL ‘IMPEACHMENT’

El PMDB es el principal socio del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) y es clave para frenar el proceso de ‘impeachment’ contra Rousseff por maquillar las cuentas públicas de 2014, por lo que ahora el juicio político podría salir adelante en el Congreso.

La salida del PMDB podría provocar un efecto dominó entre los socios menores del Gobierno. El Partido Progresista (PP) y el Partido Republicano (PR), ya se han pronunciado en este sentido. «No queremos ser los últimos en abandonar el barco», ha dicho la senadora del PP Ana Amelia.

Sin embargo, Jucá ha desvinculado la salida del Gobierno del juicio político en el Congreso. «Es un tema que será abordado en su momento», ha dicho, al tiempo que ha recalcado que el PMDB votará con total «independencia».

PRIMEROS MOVIMIENTOS

Rousseff ha decidido cancelar el viaje que tenía previsto realizar este miércoles a Washington para participar en la cumbre de seguridad nuclear para afrontar este nuevo episodio de la crisis política en Brasil.

La cancelación del viaje también evitaría que el vicepresidente, Michel Temer, del PMDB, se hiciera cargo del Palacio de Planalto, aunque sea de forma interina, un movimiento que, de acuerdo con la prensa local, ya estaría preparando.

Si finalmente la Cámara de Diputados y el Senado deciden abrir un juicio político contra Rousseff, sus funciones presidenciales quedarán en suspenso y el ‘número dos’ –que aún podría ser Temer– tomaría las riendas del país suramericano.

ACOSADOS

La crisis política en Brasil se agravó a mediados de marzo, cuando Rousseff nombró a su antecesor inmediato, Luiz Inácio Lula da Silva, como jefe de la Casa Civil, con lo que se convierte en aforado al ser miembro del Gobierno.

La designación de Lula ha sido recurrida en numerosas instancias y se espera que el Supremo se pronuncie esta semana de forma definitiva. De seguir en el cargo, las pesquisas en su contra por su presunta implicación en la trama corrupta de Petrobras pasarán al alto tribunal.

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