El presidente interino de Ucrania, Oleksander Turchinov, ha abogado por emprender de nuevo una operación antiterrorista en la zona este del país, escenario de violentas protestas y de la ocupación de edificios oficiales por parte de grupos prorrusos.
Mientras, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe, Biden, de visita en Kiev, ha pedido a Rusia que «deje de hablar y empiece a actuar» y advierte de «más aislamiento» si no lo hace.
Turchinov ha realizado este llamamiento en un comunicado en el que ha denunciado el hallazgo de cadáveres «brutalmente torturados» en la ciudad de Slaviansk, tomada por los separatistas. Entre las personas muertas a manos de los «terroristas» figura el político Volodimir Ribak, miembro del partido del mandatario.
«Estos crímenes están siendo perpetrados con el apoyo y la indulgencia de la Federación Rusa», ha reprochado Turchinov, que ha lanzado una petición específica a las agencias de seguridad dependientes del Gobierno para que adopten «medidas antiterroristas eficaces».
El mandatario interino ha defendido esta operación como instrumento para «proteger de los terroristas a los ciudadanos que viven en el este de Ucrania», a pesar de que el despliegue militar de la semana pasada concluyó sin resultados.
En este contexto, una aeronave militar ucraniana ha sido atacada este martes con armas automáticas cuando sobrevolaba la ciudad de Slaviansk, escenario de protestas por parte de separatistas prorrusos, según una fuente del Ministerio de Defensa citada por la agencia oficial UNIAN.
La fuente no ha podido determinar ni el origen de los disparos ni su autoría, aunque sí ha identificado el avión atacado como un Antonov An-30. La aeronave, propiedad del Ministerio de Defensa de Ucrania, realizaba un vuelo de vigilancia.
Pese a los disparos, el caza ha podido volar hasta Kiev y ha aterrizado en la capital. El Gobierno no ha aclarado si la aeronave ha sufrido daños a consecuencia del ataque.
Slaviansk, que cuenta con un autoproclamado alcalde rebelde, pertenece a la región de Donetsk. Hombres armados han ocupado en las últimas semanas edificios gubernamentales en esta zona para desmarcarse de las actuales autoridades ucranianas y reivindicar un nuevo estatus territorial.
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