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La Comisión Europea ha dictaminado este miércoles que España «está experimentando desequilibrios macroeconómicos que exigen una vigilancia específica y medidas políticas contundentes» y ha avisado en particular de los «riesgos» que suponen la elevada deuda pública y privada y el alto nivel de paro para crecimiento y a la estabilidad financiera.
Por ello, Bruselas vuelve a pedir a España «reformas adicionales» en el mercado laboral y más esfuerzos presupuestarios para recortar el nivel de deuda.
No obstante, el Ejecutivo comunitario cree que en los últimos meses la corrección de los problemas de la economía española «ha avanzado claramente» y, a diferencia de lo ocurrido el año pasado, ya no sitúa a España en el grupo de países con desequilibrios «excesivos» -en el que están Italia, Eslovenia y Croacia-. Ello significa que Bruselas aleja la posibilidad de sanciones para España, que podrían haber ascendido hasta el 0,1% del PIB.
En todo caso, Bruselas anuncia que mantendrá una «vigilancia específica» del cumplimiento por parte de España de las recomendaciones de política económica que le dirija la UE. La próxima tanda de directrices se publicará a principios de junio.
«En varias dimensiones, el ajuste de los desequilibrios identificados el año pasado como excesivos ha avanzado claramente y el retorno a un crecimiento positivo ha reducido los riesgos», señala el Ejecutivo comunitario en su diagnóstico sobre la situación de la economía española.
«Sin embargo, la magnitud y la naturaleza interrelacionada de los desequilibrios, en particular los elevados niveles de deuda doméstica y externa, significan que los riesgos todavía están presentes», alerta la Comisión.
Para el Ejecutivo comunitario, «el nivel muy alto de deuda pública y privada, tanto doméstica como externa, continúa planteando riesgos para el crecimiento y la estabilidad financiera». Además, «pese a su reciente reducción, el paro se mantiene a niveles alarmantes».
Por ello, Bruselas sugiere que «en el mercado laboral, basándose en los efectos positivos de las recientes reformas en la flexibilidad interna y la fijación de salarios, podrían considerarse reformas adicionales».
Además, debe mantenerse «la reorientación del sistema productivo hacia los sectores exportadores y la recuperación de la competitividad internacional» con el fin de poder «reducir el gran volumen de pasivos externos y la carga que suponen en términos de flujo negativo de ingresos hacia el resto del mundo».
Bruselas considera que el ajuste de los balances del sector privado está avanzando, aunque avisa de que «el alto paro y la caída de ingresos han limitado el ritmo de desendeudamiento de los hogares». Las empresas no financieras han reducido la deuda a una velocidad más sostenible.
Finalmente, la Comisión denuncia que «un déficit significativo de ingresos, el mayor gasto social y los costes de la recapitalización bancaria han conducido a una presión sustancial en el déficit público y a un fuerte incremento de la deuda pública hasta niveles elevados».
Pese a que el Gobierno reitera que el año pasado cumplió la meta de reducir el déficit hasta el 6,5%, el Ejecutivo comunitario insiste por su parte que «el objetivo de déficit de 2013 podría haberse incumplido». No obstante, señala que la mejora de la situación económica permitirá cumplir el 5,8% en 2014.
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