El Gobierno de la Generalitat siente que el gran apoyo ciudadano a la Vía Catalana refuerza el proceso iniciado hacia la autodeterminación. «La decisión en términos históricos está tomada. Aquí no podemos dar marcha atrás y lo que nos queda hacer como país es hacerlo posible», indicó el consejero de Presidencia y portavoz del Gobierno de Cataluña, Francesc Homs, un día después de que más de 1,6 millones de personas, según la Conselleria de Interior, formaran una cadena humana de 400 kilómetros para reclamar la independencia y exigir a los políticos la convocatoria de una consulta en 2014 y con una pregunta clara.
Tras la Via Catalana, Homs destacó que ahora, tanto la ciudadanía como el Govern, deben seguir trabajando: «No podemos fallar mutuamente», puesto que para el portavoz, se trata de una operación colectiva que no puede hacer el Gobierno por si sólo.
Por su parte, la vicepresidente del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró este jueves que el Ejecutivo tiene la obligación «de escuchar a todos los españoles», tanto «a la gente que sale» como a las «mayorías silenciosas» que «se quedan en casa» y «tienen derecho» a que se vele «por sus libertades y por sus opiniones».
«El Gobierno, dentro de la Constitución, habla y dialoga con todas las Comunidades Autónomas porque somos Gobierno en toda España, de toda España», ha afirmado en declaraciones a los periodistas al ser preguntada sobre si el Gobierno tiene intención de escuchar a los cientos de miles de catalanes que ayer reclamaron la independencia de Cataluña durante las celebraciones de la Diada.
En este sentido, Sáenz de Santamaría ha defendido que «ese diálogo dentro de la Constitución es el marco que el Gobierno reivindica para que este país esté más fuerte y más unido en lo que es el objetivo nacional».
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