Jun 282013
 

El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, ha rebajado finalmente los requisitos de exigencia académica para acceder a una beca que preveía el borrador del real decreto que regulará las ayudas al estudio a partir del próximo curso, de modo que, finalmente, se exigirá un 5,5 tanto para optar a una beca en el bachillerato como para acceder a la gratuidad de matrícula en la universidad.

En rueda de prensa, Wert ha detallado que en el ámbito de los estudios no universitarios, se pedirá un 5,5 de media en 4 curso de ESO para optar a una ayuda en el Bachillerato, y no un seis como estaba previsto, por la «posibilidad» de que esa exigencia fuera «una contradicción» en la lucha contra el abandono escolar. En años anteriores bastaba con matricularse en Bachillerato para poder pedir una beca.

Este criterio se mantiene al acceder a un FP de grado, ya que el único requisito académico será inscribirse, mientras que se exigirá un 5,5 en el titulo de Bachillerato para optar a una ayuda en el primer curso de FP de ciclo superior. Para poder mantener la beca habrá que superar todas las materias menos una, cuando hasta ahora sólo se exigía promocionar.

En cuanto al ámbito universitario, Wert ha explicado que se ha acometido una suerte de cambio de filosofía en el decreto, que ahora distinguirá entre lo que supone «pagar los estudios frente a pagar por estudiar», estableciendo requisitos distintos para acceder a la mera matrícula gratuita o para optar a una apoyo monetario, aplicando en el primer caso una rebaja de la exigencia académica prevista inicialmente.

Así, se pedirá un 5,5 de nota media en bachillerato y prueba de acceso a la universidad para poder gozar de exención de tasas e matrícula, en lugar del 6,5 que se había planteado inicialmente. Ese cinco y medio es la nota que ya se venía pidiendo desde 2012, cuando Educación, también por Real Decreto, incrementó medio punto la exigencia académica para las becas.

Por otra parte, para acceder a las ayudas económicas directas que plantea el sistema –dos ayudas fijas de 1.500 euros por baja renta o cambio de residencia y una variable en función del rendimiento y el presupuesto disponible–, el estudiante deberá tener una media en bachillerato y prueba de acceso de al menos un seis y medio.

Según ha explicado, el cambio es fruto de la posición expresada tanto por la conferencia general de política universitaria como por el consejo general de universidades y el de estudiantes del ramo, que pusieron de manifiesto que el sistema «no debe impedir el acceso por razones socioeconómicas» y que «la imposición de requisitos académicos podía tener un componente no equitativo».

Preguntado por las declaraciones del portavoz del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso que esta semana defendía la igualdad de oportunidades en el acceso a los estudios, Wert ha apuntado que, en su opinión, estas «se han malinterpretado o sacado de contexto». «Ayer tuve una larga y afectuosa conversación tanto con Carlos Floriano como con Alfonso Alonso y ambos me hicieron ver que nada más lejos de su intención expresar opiniones divergentes sobre esta cuestión», ha afirmado.

En cuanto a las divergencias expresadas por algunos responsables autonómicos de PP, ha señalado que respeta su parecer y puede «incluso empatizar» con algunas de sus tesis, aunque no afecta al resultado. «Mi criterio y el criterio de nuestro equipo es el que es y no varía por este tipo de declaraciones», ha señalado.

RENDIMIENTO Y RENTA
El ministro ha defendido que «la filosofía siempre ha sido garantizar la equidad en el acceso a la universidad de forma que las condiciones socioeconómicas no supongan un impedimento y, por otro lado, que el esfuerzo que realizan los contribuyentes tenga que tener una corresponsabilidad por parte de sus beneficiarios».

Pese al cambio del 6,5 al 5,5 en el acceso a la universidad, Wert ha seguido defendiendo esta nota de referencia en tanto que los alumnos que acceden a la universidad con una nota inferior tienen una tasa de finalización de estudios en tiempo y forma del 17% y la mitad abandona la carrera, según sus datos.

«Apostamos por el 6,5 y lo mantenemos. Lo que hemos hecho ha sido atender a un argumento razonable», ha apuntado, para incidir en que «el disfrute completo del sistema de ayudas que supone el desembolso económico para que el estudiante acceda a la universidad se sigue manteniendo en el nivel de exigencia que se había planteado».

El ministro, además, ha afirmado que no entra en los planes del ministerio un «endurecer los umbrales para el próximo año» porque, a su juicio, supondría «aproximarse al concepto de la beca de excelencia». No obstante, «eso no significa que no sean susceptibles de un refinamiento», conforme ha indicado.

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