El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha avisado este jueves de que un nuevo préstamo de Rusia a Chipre no ayudaría a resolver la crisis del país porque no mejora la sostenibilidad de la deuda. Dijsselboem ha apuntado que «no hay muchas alternativas» a la tasa a los depositantes y ha pedido que se aumente a las grandes fortunas salvaguardando a los pequeños ahorradores.
El jefe del Eurogrupo ha desvelado que, durante los preparativos del rescate, se discutió con Rusia sobre la posibilidad de alargar los plazos y reducir los intereses del crédito de 2.500 millones que Moscú ha concedido a Nicosia, pero no de un nuevo préstamo ni de la compra por parte de los rusos de algún banco chipriota.
«El Gobierno chipriota está discutiendo ahora con el Gobierno ruso sobre si se puede hacer algo más y todavía no sé los resultados», ha explicado Dijsselbloem. «Si los rusos dicen ahora que pueden prestar más, eso no ayudaría a la sostenibilidad de la deuda en Chipre», ha avisado en una comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara.
«Ahora corresponde a las autoridades chipriotas presentar nuevas propuestas con alternativas», ha señalado el presidente del Eurogrupo. A su juicio, la única manera de garantizar la sostenibilidad de la deuda chipriota es limitar el rescate a 10.000 millones de euros, mientras que los 6.000 millones restantes debe aportarlos Nicosia.
Los chipriotas están ahora «examinando opciones alternativas para lograr los mismos números de forma diferente». «El Eurogrupo ve muy importante que haya un reparto de la carga justo. Eso significa una mayor contribución de los grandes depositantes», ha afirmado, y al mismo tiempo una reducción de la tasa a los pequeños ahorradores.
El presidente del Eurogrupo ha avisado de que la crisis de Chipre «supone definitivamente un riesgo sistémico y la inquietud de los últimos días lo ha demostrado, desafortunadamente». «Tenemos que trabajar por un programa que elimine este riesgo», ha dicho.
LA TASA A LOS DEPOSITANTES ES UN IMPUESTO A LOS RICOS
Dijsselbloem ha justificado la tasa a los depositantes por «las circunstancias muy excepcionales en Chipre» y el «grado de reducción que necesita el sector bancario». «No se impondrá esta medida a ningún otro país», ha sostenido.
En su opinión, esta tasa garantiza que no sean sólo los chipriotas los que paguen los costes del rescate sino también «el gran porcentaje de depositantes no residentes», en referencia a los rusos. Y no cuestiona la garantía europea que protege los depósitos por debajo de 100.000 euros sino que debe interpretarse como un «impuesto sobre la fortuna».
«La tasa es una medida fiscal, comparable a un impuesto sobre la fortuna», ha sostenido Dijsselbloem. «No tiene nada que ver con tocar el sistema de garantía de depósitos», ha resaltado.
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