El consejo de gobernadores del Banco Central Europeo (BCE) celebra hoy una reunión clave para la economía española en Fráncfort, en la que se espera que se apruebe un nuevo programa de compra de deuda para reducir la prima de riesgo de países como España o Italia.
El primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, asistirá a este consejo, en el que «presentará el análisis del Eurogrupo sobre la situación económica y financiera en la zona euro», según ha informado el Gobierno de Luxemburgo en un comunicado.
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha dicho en las últimas semanas que el nuevo programa de compra de deuda se centrará en bonos con vencimientos cortos -de hasta tres años- y ha dado a entender que el BCE renunciará a su condición de acreedor preferente en caso de impago.
Draghi se ha defendido de las críticas del Bundesbank, que se opone al programa, alegando que no se trata de financiación monetaria de los países en crisis sino de una medida para evitar la fragmentación de la eurozona.
En este marco, el BCE estaría dispuesto a renunciar a su prioridad (‘seniority’) sobre el resto de acreedores en el cobro de la deuda soberana que adquiriese en el marco de su nueva estrategia para garantizar la sostenibilidad de la deuda de la zona euro, indicaron fuentes de la entidad, que, sin embargo, dejaron entrever ciertas diferencias en el seno de la institución sobre la necesidad de esterilizar o no estas nuevas compras.
«Existe un problema si los bancos centrales insisten en su estatus de acreedor preferente, puesto que cuanto mayor sea la participación del sector privado, menor será el interés», apuntó una de las fuentes consultadas que tuvo acceso a los documentos preparatorios de la reunión del BCE del jueves. «Ese es el por qué el BCE aceptará ‘pari passu’ (en igualdad de condiciones)», añadió.
Asimismo, dos fuentes indicaron que el BCE tratará de «esterilizar» estas compras de bonos, aunque una de estas fuentes apuntó que esta posibilidad sería una opción y no un imperativo.
Hasta ahora, el BCE ha esterilizado todas sus compras de deuda en los mercados mediante la oferta de depósitos semanales que mitigasen el efecto inflacionista de estas compras. De no esterilizar sus intervenciones en los mercados secundarios de deuda, el ‘Guardián del euro’ estaría dejando abierta la puerta a medidas de alivio cuantitativo a semejanza de las aplicadas por la Reserva Federal o el Banco de Inglaterra, lo que probablemente provocaría la ira del Bundesbank.
No obstante, las fuentes consultadas advirtieron de que el presidente del BCE, Mario Draghi, no dará detalles del programa en su rueda de prensa de este jueves, por lo que no se conocerán ni las cantidades ni el procedimiento para llevar a cabo las compras, puesto que la institución querría contar con cierto margen de maniobra «para decidir caso por caso».
Asimismo, una de las fuentes indicó que el encuentro de banqueros versará prácticamente en su totalidad en torno a esta programa de compra de bonos por los que no habrá tiempo para discutir una nueva rebaja de los tipos de interés, actualmente situados en el 0,75%, su mínimo histórico.
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