La primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, ha reconocido este martes durante la convención del Partido Demócrata que el proceso de cambio que el presidente, Barack Obama, prometió al ganar las elecciones hace cuatro años ha sido difícil y ha hecho un llamamiento a los votantes para que concedan otros cuatro años al mandatario para arreglar la economía del país.
En este sentido, ha dicho que Obama le recuerda «que se está jugando un juego largo, que el cambio es duro y lento, y que nunca llega de golpe». «Pese a ello, llegaremos. Siempre lo hacemos», ha agregado. «Debemos trabajar como nunca antes y unirnos en torno al hombre en quien confiamos para hacer que este país avance: mi marido, nuestro presidente, Barack Obama», ha manifestado Michelle.
El presidente estadounidense, muy criticado a causa de la alta tasa de paro que sufre el país, quiere que la convención de su partido le arrebate los focos al candidato presidencial, Mitt Romney, quien aceptó el reto la semana pasada durante la convención del Partido Republicano en la localidad de Tampa.
Durante el acto, Michelle Obama ha lanzado varias críticas contra Romney, aunque ha centrado su discurso en apoyar al mandatario estadounidense. «Para Barack, el éxito no depende del dinero que ganes, sino de la diferencia que consigas introducir en las vidas de la gente», ha dicho, en referencia a la fortuna de Romney, uno de los caballos de batalla de la campaña. «Él (Obama) era un hombre cuya posesión más querida era una mesa de café que encontró en un vertedero y un par de zapatos media talla más pequeños», ha añadido.
La convención demócrata ha contado con un gran protagonismo de las mujeres, que en las últimas elecciones votaron mayoritariamente a Obama. El Partido Republicano pretende recuperar parte del terreno perdido en estos comicios, una tarea que se puso más complicada después de que el candidato conservador al Senado por Missouri, Todd Akin, hablara de «violaciones legítimas».
Asimismo, los demócratas han subrayado lo que han denominado éxitos del mandato de Obama –desde el asesinato del exlíder de la organización terrorista Al Qaeda Usama bin Laden hasta el rescate de la industria automovilística–, al tiempo que han recordado las dificultades a las que el mandatario ha hecho frente desde que ocupó la Casa Blanca.
«Hace cuatro años, Estados Unidos estaba al borde de la depresión», ha dicho el alcalde de la localidad texana de San Antonio, Julián Castro, uno de los iconos de la comunidad latina en la política estadounidense. «A pesar de las increíbles dificultades y la unificada oposición republicana, nuestro presidente ha actuado. Ahora hay 4,5 millones de nuevos puestos de trabajo», ha valorado.
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