El primer ministro sirio, Adel Safar, ha afirmado este lunes que la actual situación en el país «hace necesario reunir todos los esfuerzos para superar unos eventos alimentados por países exteriores que conspiran contra Siria para volver a la vida cotidiana y conseguir la seguridad y la estabilidad de la patria», según ha informado la agencia estatal de noticias siria, SANA.
Durante la apertura del encuentro de líderes de los Consejos Provinciales en Damasco, Safar ha agregado que el Ejecutivo «está preparado para ofrecer todo tipo de ayuda a los consejos para que lleven a cabo sus funciones y sus planes de desarrollo».
Por su parte, el ministro de Administración Local, Omar Ibrahim Ghalawenji, ha subrayado la importancia de estos organismos para hacer frente a los problemas de servicios y desarrollo que preocupan a los ciudadanos del país.
Este lunes, el embajador de Siria ante la ONU, Bashar al Jafari, ha anunciado que su Gobierno ha aceptado el 10 de abril como fecha límite para la aplicación del plan de seis puntos del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, y ha instado a los insurgentes a cumplir con la condición de detener sus operaciones armadas en un plazo de 48 tras esta fecha.
El propio Annan ha trasladado este lunes al Consejo de Seguridad de la ONU esta aceptación del plan por parte del régimen del presidente Bashar al Assad, lo que implica que el 10 de abril el Ejército deberá haberse retirado de las ciudades sirias. El portavoz de Annan, Ahmad Fawzi, ha confirmado que Damasco ha informado de que va a aplicar el plan.
Si Annan puede verificar la retirada de las fuerzas militares en esa fecha, Gobierno y oposición tendrán un plazo de 48 horas para poner fin a los enfrentamientos, según Fawzi.
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