El secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, ha llamado a su partido a buscar la fortaleza y la unidad en el 38º Congreso Federal que celebra este fin de semana en Sevilla porque tiene que estar preparado para ejercer la oposición y para cualquier eventualidad, puesto que la política evoluciona a gran velocidad.
Iglesias ha sido el primero en intervenir en el cónclave socialista, que arranca este viernes en un hotel de la capital andaluza, y lo ha hecho con un discurso de agradecimiento a los casi mil delegados «libres y democráticos» que participan y a quienes han organizado el congreso.
También, para quienes han dirigido el PSOE hasta hoy y han hecho, según Iglesias, que no haya «ninguna política de avance, de modernización y progreso» que no lleve el sello socialista. En concreto, ha citado a Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, quien se ha llevado la primera gran ovación de la jornada, un minuto de aplausos en los que los asistentes se han puesto en pie. Zapatero se dirigirá esta tarde a los delegados para hacer balance de su gestión.
Marcelino Iglesias ha reiterado el mensaje de que el Congreso no debe servir sólo para renovar la dirección del partido sino también para reflexionar y dejar «un partido puesto a punto, preparado para ejercer la oposición, pero también preparado para cualquier contingencia que surja, porque la política evoluciona a gran velocidad».
Ha subrayado que los socialistas tienen que rearmar su discurso contra la política del PP y el argumento que está extendiendo, ha dicho, «de que la culpa de la crisis es el peso, la losa, del estado del bienestar». «Y eso no es verdad, tampoco en esto la derecha tiene razón», ha censurado, apelando a que los países del norte de Europa están superando mejor la crisis teniendo los estados del bienestar más desarrollados.
UN PARTIDO ABIERTO
Sobre la transformación interna que va a afrontar el PSOE en este congreso, Marcelino Iglesias ha subrayado que profundizar en el «funcionamiento abierto» no debilitará al partido sino que lo hará «más fuerte y más unido», una unidad a la que ha apelado en varias ocasiones de su discurso.
Y puesto que la cita es en Andalucía, el dirigente socialista ha recordado que el partido debe trabajar también para vencer en la primera cita con las urnas de la nueva ejecutiva que se elegirá este fin de semana. «La primera tarea será apoyar a Griñán a ganar las elecciones andaluzas», ha dicho.
La intervención de Iglesias ha inaugurado formalmente la celebración del congreso, en el que se han acreditado finalmente 956 delegados, el 96,87 por ciento del total. La mesa que dirigirá los debates está presidida por José Antonio Griñán y tendrá como vicepresidenta a la cántabra Dolores Gorostiaga. Habrá dos secretarias de actas, Nuria Marín (Cataluña) y María Teresa Macías (Extremadura) y un secretario de notas, el vasco Iñaki Arriola.
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