Ene 232012
 

Alemania y Francia defienden la necesidad de relajar las exigencias de capital contempladas en la reforma de la gobernanza en el sector denominada Basilea III con el fin de no ahogar el flujo de crédito desde las entidades hacia la economía real, según recoge un documento elaborado por los ministros de Finanzas de ambos países, al que ha tenido acceso el diario británico Financial Times.

El documento, suscrito por el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, y su homólogo francés, François Baroin, será publicado este lunes y pedirá la relajación de elementos significativos de Basilea III para mitigar así su impacto negativo sobre el crecimiento.

Así, en el borrador del documento se solicita para las filiales aseguradoras de las entidades bancarias, así como un retraso de tres años en la fecha límite establecida para informar del nivel de apalancamiento.

Estas demandas, «que harían las delicias de algunos banqueros», probablemente encolerizarán a los políticos de Londres, desde donde se ha combatido con firmeza cualquier intento de Francia de rebajar el alcance del acuerdo de Basilea III.

De hecho, a pesar de que el debate se circunscribe a cuestiones regularias de carácter relativamente técnicas, también existe una enorme carga política, ya que Reino Unido se queja de que París y Berlín pretenden beneficiar a sus bancos frenando cualquier intento desde Londres de aplicar una línea de mayor dureza.

De hecho, el primer ministro británico, David Cameron, proponía el pasado mes de diciembre poder ir más allá de la regulación de la UE. La aplicación de las reglas de capital de Basilea III sobre los bancos con filiales de seguros resulta un punto de fricción cuando estados como Francia o Bélgica se han visto forzados a inyectar capital en entidades locales con filiales de seguros.

El pasado mes de diciembre, los reguladores internacionales apoyaron por una abrumadora mayoría la postura defendida por Reino Unido en contra de la francesa, pero el documento elaborado por Francia y Alemania reabrirá el debate para enmendar la norma, que impide la doble contabilización de capital en el cumplimiento de los umbrales exigidos al banco matriz y a la filial aseguradora.

Asimismo, la propuesta francogermana abrirá otra vía de confrontación al solicitar el aplzamiento hasta 2018 de la fecha límite para informar del grado de apalancamiento de las entidades, fijado ahora para 2015, en contraste con la postura de los reguladores británicos, que han adelantado a 2013 la fecha de publicación de este dato para las entidades de Reino Unido.

Según las propuestas contempladas en el borrador del documento, Schäuble y Baroin advierten de que una implementación apresurada de las normas podría dañar la capacidad de préstamo y afectar negativamente a la economía real.

«Las instituciones europeas deberían llegar a un acuerdo sobre el cumplimiento de la agenda sobre la regulación de los mercados financieros en la UE valorando debidamente su impacto en la economía real y financiera», apuntan.

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