Los dos jóvenes de una banda de latin kings que en diciembre de 2009 apuñalaron presuntamente a dos chicos de grupos rivales, han declarado este lunes su inocencia ante el juez y han apuntado a un compañero suyo como culpable, tras aportar una carta en la que este admitía ser autor de los hechos.
Tanto A.J.A. como V.H.B. han admitido formar parte de esta banda pero han atribuido la autoría de los apuñalamientos a un compañero suyo que logró huir a Perú, donde, según ha confirmado uno de los letrados defensores, cumple condena por asesinato.
Según el relato del Ministerio Fiscal, los procesados A.J.A. y V.H.B., junto a unos seis compañeros más de su banda de ‘latin kings’, abordaron a un chico de origen dominicano en la Línea 1 del Metro de L’Hospitalet de Llobregat, entre Mercat Nou y Santa Eulàlia, y tras darle puñetazos, le clavaron dos navajazos en el tórax y en el abdomen.
Ese mismo día, hacia las 20.00 horas y cuando iban en dirección a la parada de Glòries de la Línea 1, repitieron el mismo acto con otro joven y le apuñalaron dentro del vagón en una pierna como represalia porque «había robado a la madre de un compañero», según han dicho los acusados en la vista celebrada este lunes en la Audiencia de Barcelona.
Aunque ni las víctimas ni los testigos han reconocido a los autores de los apuñalamientos porque los agresores «iban con el rostro cubierto» y todo pasó muy deprisa, las cámaras de videovigilancia del metro de Barcelona grabaron el suceso, y el acusado A. Joel A., accedió a identificar a los colegas que aparecían en las imágenes, incluso a él mismo.
Por ello, la Fiscalía ha mantenido su pena de 14 años de prisión para cada uno en concepto de coautores de un delito de homicidio en grado de tentativa y de otro de lesiones con uso de arma, con el agravante de auxilio de otras personas, al no ayudar a las víctimas.
Tanto A.J.A. como V.H.B., han admitido formar parte de esta banda pero han atribuido la autoría de los apuñalamientos a un compañero suyo que logró huir a Perú, donde, según ha confirmado uno de los letrados defensores, cumple condena por asesinato.
Según ha explicado el padre de uno de los acusados, A.J.A., el compañero huido a Perú, de nombre Wagner, le hizo llegar una carta tras ingresar su hijo en prisión preventiva porque «estaba cumpliendo por algo que no había hecho», pero este documento tiene una validez cuestionable porque no se puede practicar la prueba caligráfica que demuestre quien escribió el manuscrito.
DIFERENCIA DE ESTATURA
La defensa de A.J.A. ha utilizado su baja estatura para argumentar que la descripción física de su cliente no corresponde a la mayoría de las declaraciones de los testigos, quienes hablan de un chico de un metro setenta.
El otro procesado, V.H.B., ha sostenido ante el juez que después de los hechos recibió una paliza de la que, según ha dicho, tuvo «la suerte de salir con vida», por parte del primo y el hermano de Wagner por considerar que se había chivado, de la que hay otra causa abierta.
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