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La Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado a 105 años de prisión al ex jefe militar de ETA Francisco Javier García Gaztelu, Txapote, por ordenar el asesinato del socialista Fernando Buesa y su escolta, Jorge Díez, cometido en Vitoria el 22 de febrero de 2000.
El tribunal, presidido por la juez Ángela Murillo, atribuye a ‘Txapote’ dos asesinatos terroristas, dos delitos de lesiones –porque otras dos personas resultaron heridas en el atentado–, uno de estragos terroristas y un cuarto de falsificación de documento oficial.
EN PERIODO DE TREGUA
Según la sentencia, la primera que dicta la Audiencia Nacional tras el «cese definitivo de la actividad armada» decretado por la banda terrorista, la dirección de ETA acordó atentar contra dirigentes del Partido Socialista de Euskadi (PSE) tras romper el 3 de diciembre de 1999 la tregua que había decretada en septiembre de 1998, después de firmar con el PNV y otras fuerzas nacionalistas el acuerdo de Lizarra.
García Gaztelu, que era en ese momento jefe de los ‘comandos’ ilegales de la banda, ordenó a los miembros del ‘Ituren’ Asier Carrera Arenzana, Luis Mariñelarena Garciandía y Diego Ugarte López de Arcaute, ya condenados por estos hechos, que elaboraran, aún durante la tregua, una información completa y atentaran contra Buesa, que ocupaba el cargo de portavoz del PSE en el Parlamento vasco.
Terminado el periodo de tregua, ‘Txapote’ ordenó a los integrantes del comando «intensificar» los seguimientos y vigilancias acerca del socialista. En cumplimiento de esta orden el ‘comando Ituren’ comprobó de forma exhaustiva durante más de un mes los horarios y desplazamientos habituales de Buesa, dice la resolución.
Los magistrados destacan en la sentencia este hecho y aseguran que fue García Gaztelu quien «en el denominado periodo de tregua acordado por la propia banda encargó llevar a cabo las acciones necesarias sobre los futuros objetivos para que finalizado tal periodo el comando ejecutara la decisión de antemano adoptada».
MUERTE EN EL ACTO
Tras tres intentos fallidos, en la mañana del 22 de febrero de 2000 los terroristas colocaron una furgoneta Renault Exprés cargada con 20 kilos de dinamita y bolas de metal a modo de metralla que hicieron estallar al paso del diputado y su escolta, que se desplazaban desde el domicilio del parlamentario hasta la sede socialista en la capital vasca.
La explosión causó la muerte en el acto del diputado socialista y su escolta, heridas a otras dos personas y daños materiales que fueron valorados en casi 150.000 euros. El atentado fue reivindicado por ETA el 8 de marzo de 2000 a través de sendos comunicados que fueron remitidos a los diarios ‘Gara’ y ‘El Mundo’.
Según explica la resolución, los magistrados de la Sección Cuarta han contado con «todo un elenco de datos incriminatorios» contra ‘Txapote’ entre el que destaca la incautación tras su detención de una agenda «en la que figuraban las citas que mantenía con los diversos comandos», entre ellas con los autores materiales de este atentado.
A partir de este indicio y de otros -como las declaraciones incriminatorias del propio condenado y de los miembros del ‘Ituren’- el tribunal establece que ‘Txapote’ tenía «un control efectivo y eficaz de todos y cada uno de los pasos que debía llevar a cabo el comando» e «inspiró» las muertes a los autores materiales a los que, además, proporcionó los medios necesarios para llevarlas a cabo.
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