El presidente de Cantabria, Ignacio Diego, ha calificado la situación económica de la comunidad autónoma dejada por el anterior Gobierno, presidido por el regionalista, Miguel Ángel Revilla, como «de tierra quemada» y ha avanzado que este año terminará con una deuda de al menos 1.485 millones de euros.
Durante un desayuno informativo organizado por Europa Press, el nuevo presidente cántabro se ha referido al anterior Gobierno como «una administración sobrada de demagogia y de despilfarro», por lo que ha considerado que ha sido «un escándalo».
Según Diego, una parte de la deuda no es resultado de «descontrol» del Ejecutivo anterior sino de los «incumplimientos» del Estado, como en lo que respecta al impago de los 200 millones de euros de los fondos de cohesión, que representan una «deslealtad institucional».
En este sentido, Diego ha anunciado que ha solicitado una entrevista con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
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