El cerco se estrecha en torno al Códice Calixtino | Los fiscales no retirarán ningún cargo contra Strauss-Kahn |
El ex portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi ha asegurado en su turno de última palabra en el juicio por el caso Bateragune que a la izquierda abertzale la estrategia militar de ETA «le sobra y le estorba» y que ésta es la «gran coartada y la gran excusa» que tiene el Gobierno «para no entrar al fondo del debate político».
«Quienes necesitan la M (en referencia a la estrategia militar) y la P (política) no somos nosotros, es el Estado», ha dicho Otegi en la última jornada de la vista oral. «La M en nuestra estrategia no puede aparecer», ha continuado antes de defender «el cese definitivo de la violencia armada y el desmantelamiento de las estructuras militares», que ha calificado como «una certeza irreversible e irrevocable».
El ex portavoz de Batasuna, que ha sido llamado al orden en varias ocasiones por la presidenta del tribunal, Ángela Murillo, para que ajustara su razonamiento a los delitos por los que es acusado, ha finalizado vaticinando «cosas que van a suceder en los próximos meses», en referencia a una «intervención cada vez mayor de la comunidad internacional en la resolución del conflicto» y a que «la lucha por el socialismo va a agrupar cada vez a más gente».
«Que nadie abandone el camino que hemos emprendido, lo que les pido a nuestros militantes es que sonrían porque vamos a ganar», ha concluido antes de recibir el aplauso de sus partidarios, que han sido amonestados por la presidenta del tribunal para que guardaran silencio.
IRONÍA SOBRE RUBALCABA
Otegi, que ha empleado un total de 17 minutos en exponer sus argumentos, ha defendido, en contra de las tesis del fiscal, que es «imposible» tratar de acometer «el cierre definitivo de la estrategia político-militar» utilizando una estructura «político-militar», en referencia al grupo que lideraba para abrir un debate en la izquierda abertzale que abordara el «cambio de estrategia» hacia las vías «exclusivamente políticas y democráticas». «Primero porque pondría en riesgo el propio debate y luego por un problema de credibilidad», ha explicado.
En este sentido, ha citado al vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, para poner de relieve que «se le acusa de falta de credibilidad política cuando dice que tiene una alternativa a la crisis que pondrá en marcha cuando sea presidente». «¿Y qué le dice el resto de los mortales? –se ha preguntado. Oiga, mientras usted siga siendo del Gobierno, es difícil creer que tiene usted una alternativa».
SOBRE BILDU: «YA VAMOS POR 313.000»
En otro punto de su intervención, en la que ha asegurado que se ha enfrentado al tribunal «de cara», ha reivindicado los resultados obtenidos por Bildu. «Comenzamos siendo cuatro o cinco y ya vamos por 313.000», ha afirmado en primera persona del plural. «Eso va a ir a más», ha pronosticado.
También ha parafraseado al científico Albert Einstein para señalar que «la locura consiste en hacer siempre lo mismo y esperar un resultado diferente». «¿Cómo va a ser posible que gente sobre las que puedan recaer graves penas de prisión y organizaciones ilegalizadas se presenten con un cartel en el que digan: ‘Somos nosotros, deténganos'», se ha preguntado. «¡Eso no tiene sentido!», se ha quejado.
Tras manifestar que «no hay ninguna organización armada, jurídica o una asociación de vecinos que sea capaz de soportar los cambios de criterio» que la Fiscalía atribuye a la izquierda abertzale y ETA en relación con la vía política y la militar, Otegi ha acusado al Ministerio Público de llevar a cabo una elaboración de los hechos «ad hoc» en función de «la tesis que cuadre».
El líder abertzale, que ha sido el único de los ocho acusados que ha tomado la palabra en la recta final del juicio, ha asegurado que todos los procesados están «absolutamente orgullosos» de lo que han hecho. «Hemos hecho virar el transatlántico de la izquierda abertzale y para virar, los grandes transatlánticos necesitan muchos metros, no se puede hacer de una vez», ha indicado.
Además, ha comparado su grupo con el movimiento 15-M al indicar que funcionaba como «un lobby o corriente de opinión». «O llámelo como lo llama el 15-M, no sé qué», ha añadido.
Sorry, the comment form is closed at this time.