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Dinamarca ha reforzado este martes sus fronteras apostando agentes de aduanas adionales en los pasos en un intento por frenar la entrada ilegal de bienes que ha provocado las iras en Alemania y desencadenado el debate sobre la libertad de movimiento en el seno de la Unión Europea.
Cincuenta agentes adicionales han sido desplegados, 30 de ellos en la frontera germano-danesa, diez en las terminales de ferry hacia y desde Alemania, y diez en el puente Oresund y el muelle de ferry Helsingor que une Dinamarca y Suecia, según ha informado un responsable de las aduanas danesas.
Estos refuerzos se suman a los 160 efectivos ya existentes, y seguirán aumentando hasta alcanzar los 260 para finales de este año. La coalición gobernante de centro-derecha, que se enfrenta a elecciones este año, accedió a la petición del partido anti-inmigración Partido del Pueblo Danés el pasado mayo de reforzar los controles fronterizos, argumentando que quería mantener los «delitos brutales» fuera del país.
Pero la medida provocó una advertencia de la Comisión Europea, que previno de que podría ser contraria al Acuerdo Schengen que regula la libertad de movimientos en los 25 países que lo han suscrito, y las críticas de la vecina Alemania.
El ministro para Europa del estado alemán de Hesse, Joerg-Uwe Hahn, ha animado a los alemanes que boicoteen Dinamarca como destino para sus vacaciones. «Si Dinamarca está introduciendo nuevamente controles fronterizos durante la temporada de vacaciones, sólo puedo sugerir que la gente se dé la vuelta y veranee en Austria o Polonia en su lugar», ha señalado Hahn en declaraciones a la edición electrónica del ‘Bild’.
Ante las críticas, el Gobierno danés ha insistido en que está dentro de sus derechos el incrementar los controles aduaneros para detener el tráfico de bienes ilegales como armas y narcóticos y el tráfico de personas. «Este será un refuerzo de todo el trabajo normal de control de aduanas», explicó el director de la Administración de Impuestos y Aduanas danesa, Erling Andersen, la semana pasada.
Copenhague insiste en que sólo está reforzando sus aduanas a un nivel similar al de su vecinos, Alemania al sur y Suecia al norte, y que las medidas no perturbarán el tráfico y no implicarán la reinstauración de los controles de pasaportes.
Según ha señalado el Gobierno, los agentes de aduana llevarán a cabo registros al azar, como habían hecho hasta ahora, y no habrá ningún control sistemático de todos los vehículos y trenes que pasan la frontera.
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