Las tormentas y los tornados que han afectado a Alabama han causado al menos 131 muertos y la «destrucción masivas de propiedades», según declaró este jueves el gobernador de este Estado del sur de Estados Unidos, Robert Bentley.
«Nuestras expectativas son que el número va a aumentar», declaró Bentley durante una rueda de prensa con responsables federales de emergencias.
Los daños en Alabama se han centrado en una amplia zona que abarca el norte y el centro del estado, ha explicado la portavoz del gobernador, Jennifer Ardis.
El mayor número de víctimas se ha registrado en el condado de Franklin, en el noroeste rural del estado, donde han fallecido 18 personas, según las cifras de la Agencia de Gestión de Emergencias de Alabama.
Otras quince personas murieron cuando un tornado –posiblemente el mayor en la historia del estado– arrasó la localidad de Tuscaloosa el miércoles, mientras que otras once fallecieron en el condado de Jefferson, donde se encuentra Birmingham, la mayor ciudad estatal, según la agencia.
El presidente estadounidense, Barack Obama, ha declarado el estado de emergencia en Alabama y ha ordenado que se envíe ayuda federal. «Aunque puede que sepamos en días el alcance de los daños, seguiremos de cerca estas graves tormentas en todo el país y nos mantendremos dispuestos a seguir ayudando a la población de Alabama y a todos los ciudadanos afectados por estas tormentas», señaló en un comunicado anoche.
Cientos de miles de personas en todo el estado están sin electricidad eléctrico, incluidas unas 269.000 en Birmingham, ha indicado el portavoz de la compañía eléctrica Alabama Power, Michael Sznajderman, a la CNN, asegurando que sus operarios trabajan contrarreloj para restablecer el suministro pero la llegada de nuevas tormentas podría obligarles a suspender su trabajo.
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