El entrenador del Villarreal, Juan Carlos Garrido, reconoce que su equipo está viviendo ahora el lado más amargo del fútbol tras la mala temporada que está protagonizando, pero confía en que la situación se revierta, comenzando este miércoles con una victoria en el partido de vuelta de dieciseisavos de final de la Copa del Rey ante el Mirandés en El Madrigal tras el 1-1 de la ida.
«Vivir esta situación es desagradable. Hemos pasado cosas muy bonitas y ahora lo estamos pasando mal. No sentimos el respeto ni la admiración de antes, pero es una parte del fútbol distinta que nos está tocando vivir», valoró el entrenador, en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva.
El valenciano sabe que el «único camino es salir adelante viviendo esta situación como equipo y estando unidos en el vestuario» y considera que, aunque «los resultados son malos» el equipo está «trabajando bien y los va a cambiar poco a poco».
«LA VICTORIA ANTE EL MIRANDÉS ES VITAL».
Así, Garrido cree que los «responsables» son «todos» y a ellos les corresponderá el «reto de sacarlo adelante ganando partidos», comenzando ante el Mirandés: «La Copa es muy importante para nosotros. No tenemos más remedio que pensar en objetivos a corto plazo y el único reto ahora mismo es ganar el próximo partido. Si le ganamos al Mirandés nos ayudará a restablecer la confianza».
«Es importante ganar por muchos motivos. Este equipo necesita buenos resultados. Para nosotros es una auténtica final y un principio de la recuperación que todos esperamos. Se nos debe exigir ganar ese partido y lo sabemos», añadió.
El técnico recalca que «la mala dinámica se cortará» cuando se sientan «fuertes» y que «para ello es fundamental ganar mañana». «Es el partido más importante de la temporada porque tenemos la oportunidad de demostrar que el equipo está volviendo. Estamos a muerte con el club porque está haciendo un esfuerzo muy grande para salir adelante. Es un partido vital», repitió.
El Mirandés, líder del Grupo II de la Liga Adelante, perdió su condición de invicto al caer ante el Alavés por 0-1, pero Garrido no le da especial importancia a este hecho. «Que fueran invictos era un aspecto muy importante para ellos. Les hacía fuertes, pero pese a perder esa condición sigue siendo un equipo muy respetable. Sobre el papel somos los favoritos, pero debemos demostrarlo sobre el campo», comentó.
Por eso, confía en que todo mejore a partir de 2012. «Cuando llegue enero este equipo será más reconocible porque tendremos a muchos de nuestros jugadores a su mejor nivel. Podremos competir mejor aunque nos enfrentemos a equipos muy potentes», sentenció.
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