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El Atlético de Madrid se ha impuesto (4-0) al Sporting de Gijón en un gran partido de su fichaje estrella, Radamel Falcao, quien anotó dos goles y fabricó el primero, lo que deja a los rojiblancos en una notable posición en la tabla y con muy buenas sensaciones.
El colombiano, que remató casi todos los balones que pasaban por él y guió a su equipo a su tercera victoria consecutiva, fue la esencia de un Atlético que se mostró muy superior al conjunto asturiano de principio a fin.
El Atlético, de nuevo con muchas sorpresas en el once, empezó el partido con muchas ganas. En los primeros minutos del encuentro, Cuéllar vislumbró la que sería su tónica durante el resto del choque, sobre él recaería el protagonismo de su equipo. Antes de que se cumpliera el minuto 10, el portero de los asturianos realizó una parada a Domínguez a la salida de un córner y recogió el balón de sus redes, pese a que el remate de Falcao no subió al marcador.
La jugada polémica del encuentro sucedió tras un saque de esquina botado por Arda Turan. El turco puso el esférico en la cabeza del delantero colombiano, quien, con un gran salto batió con la testa a Cuéllar. Sin embargo, Iturralde González anuló el tanto, sin que se distinguiese el motivo de forma aparente.
Pese a la acción favorable a sus intereses, el Sporting continuaba atrincherado en su área. Por su parte, el Atlético no se vino abajo y siguió buscando abrir el marcador, con un Falcao que estaba en todas las acciones de ataque de los colchoneros. Y así fue como, tras otro saque de esquina botado por Arda llegó el gol del ‘Tigre’.
En una jugada calcada a la del gol anulado, Arda colgó el esférico al segundo palo, y Falcao, convertido en una pesadilla para la defensa asturiana, remató de forma acrobática un balón que, tras rebotar en Lora, se adentró en la portería defendida por Cuéllar.
LA TÓNICA SE MANTIENE
Tras la salida de los vestuarios el guión se mantuvo. A los asturianos, pese a ir por debajo en el marcador, les costaba incorporarse al ataque, y estaba más cerca el segundo de los rojiblancos que el empate de los de Preciado. Y el tanto llegó en el minuto 68. Gabi puso un córner al segundo palo, el cancerbero sportinguista hizo una salida en falso y Domínguez remachó a gol para hacer el segundo del Atlético.
Cuando ambos equipos estaban todavía asimilando el tanto del central rojiblanco, una jugada de casta de Radamel Falcao tiró por tierra las pocas aspiraciones del Sporting de sacar algo positivo del Calderón. El colombiano luchó un balón que había perdido anteriormente y con la complacencia de la zaga asturiana batió a Cuéllar por el palo largo.
Pero, cuando con el tercer gol parecía que los siguientes minutos no tendrían trascendencia, volvió a aparecer el hombre referencia de los colchoneros, mostrando un inconformismo voraz que apasiona a la gente que acude al estadio colchonero. Tras una falta botada por Gabi, un certero cabezazo del colombiano hacía estallar de alegría a los aficionados rojiblancos, que ya cuentan con un nuevo ídolo.
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