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La selección española Sub-21 consiguió derrotar (0-2) a la República Checa en el segundo encuentro de la fase de grupos del Europeo de la categoría, que se disputa en Dinamarca, gracias al delantero del Deportivo de la Coruña Adrián López, autor de ambos tantos.
El ariete ovetense reivindicó su lugar dentro un grupo al que se le había puesto como único lunar su falta de pegada. El asturiano, cerca de fichar por el Atlético de Madrid, decantó el encuentro con dos buenas definiciones, aprovechando sendos pases de Juan Mata, todo un campeón del mundo que se echó el equipo a la espalda cuando más le necesitaba.
Tras al sabor agridulce que dejó el empate a última hora ante Inglaterra, los de Luis Milla recondujeron su camino en un torneo que otorga tres plazas para los próximos Juegos Olímpicos de Londres, cita a la que España no acude desde Sidney 2000, y lo hicieron como mejor saben, haciendo del balón su mejor aliado.
Con la entrada de Iker Muniain por Jeffren en el once titular, el combinado nacional ganó chispa gracias al ‘león’, activo desde el inicio. Un pase del atacante vasco al segundo palo desde la banda izquierda sirvió para crear la primera ocasión a los diez del inicio, pero Mata no pudo acertar.
Una vez superada la asfixiante presión del conjunto checo, equipo aguerrido que llegaba como líder a la cita tras su victoria ante Ucrania, España comenzó a sentirse más cómoda. Javi Martínez y Thiago volvieron a ser el hilo conductor del juego, con Ander Herrera un poco más desaparecido que en el choque inaugural.
En el minuto 26, Juan Mata levantó la cabeza y vio el desmarque de Adrián. El canterano del Real Madrid filtró un pase marca de la casa y el delantero no perdonó, despejando las dudas y sacando pecho tras las críticas que ha tenido que soportar. El vendaval no se detuvo y, sólo tres más tarde, el valencianista pudo hacer el segundo tras un buen centro de Didac.
Bajaron las revoluciones de los de Jakub Dovalil y los españoles se hicieron dueños del balón, seña de identidad desde cadetes hasta la absoluta. A pesar del dominio territorial, la República Checa estuvo cerca de poner las tablas antes del descanso con un disparo de Pekhart que se marchó alto.
Tras la reanudación, el guión fue calcado al del primer acto, pero los hechos se desarrollaron con antelación. Volvió a aparecer Mata entre líneas para servir a su mejor socio. Adrián hizo el de la tranquilidad y echó el cerrojo a un partido peligroso que España solventó con autoridad y donde no faltó la aportación de David de Gea, que sacó una gran mano cuando el partido agonizaba.
Así, este grupo, que no ganaba un partido desde el 8 de febrero ante Dinamarca, consigue sumar una victoria vital para sus aspiraciones. Ahora, con un triunfo ante Ucrania en el último envite del cuadro el próximo domingo, los de Milla se plantarán en semifinales. Si Inglaterra les acompaña, los Juegos Olímpicos de Londres serán una realidad.
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