El tenista español Fernando Verdasco se convirtió en verdugo de su compatriota Rafa Nadal este domingo en la tercera ronda del torneo de Miami, segundo Masters 1.000 de la temporada, derrota (6-4, 2-6, 6-3) con la que el de Manacor realimenta las dudas sobre su juego y sale de nuevo sin título de Florida.
Otra vez aparece la incertidumbre en el ex número uno. Los altibajos a los que parece abonado en esta temporada. El título en Buenos Aires, la buena imagen en Indian Wells a pesar marcharse tras tres bolas de partido ante Raonic y el gran estreno en Miami ante otro español, Nicolás Almagro, se antojan de nuevo insuficientes para dar por bueno el regreso del mejor Nadal.
Y es que el mallorquín, que tendrá que seguir trabajando en su puesta a punto exigido por una segunda mitad de 2014 con lesiones y sin apenas competir, sembró de nuevo la incógnita sobre su tenis. En frente sin embargo Verdasco no se lo puso fácil. El zurdo madrileño, a gran nivel en los últimos torneos, saltó con todo y dispuesto a dar la sorpresa para citarse ahora en octavos con Juan Mónaco o Guillermo García-López.
‘Fer’, que suma ahora dos victorias consecutivas ante Nadal –tras el Masters de Madrid en 2012 y después de 13 derrotas seguidas–, golpeó con fuerza y sí tuvo la mente fría necesaria para hacer frente a las respuestas de su prestigioso rival. No entró con buen pie el ganador de 14 ‘Grand Slams’, pero las idas y venidas, en medio de una tarde con viento en Cayo Vizcaíno, le dieron opciones que no supo aprovechar.
En el primer set, Nadal tuvo la primera bola de ‘break’ a favor, pero sin lograr aprovechar el momento en el siguiente juego Verdasco sí logró hacerlo (5-3) con una doble falta del balear. Fue el primer golpe para la confianza del ex número uno, del cual se levantó a continuación. Sin embargo, Nadal confirmaba sus dudas cediendo el set con su saque y una caña en mal momento.
El madrileño se confirmaba como un muro salvando las embestidas de Nadal en el primer juego del segundo set. El favorito número tres en Miami resurgió de sus cenizas después de salvar su saque en el cuarto juego y logró un ‘break’ vital para poder hacerse a la postre con el segundo parcial. El viento jugaba su mala pasada a ambos, pero Verdasco caminó con más soltura y sobre todo, más regularidad.
En el tercer y definitivo parcial, el madrileño demostró haber alcanzado la velocidad de crucero, mientras que la mente de Nadal no parecía acompañar sus golpes. El de Manacor, quizá pensando aún en las opciones de ‘break’ del primer juego del decisivo parcial, cedió su saque en el cuarto juego. Verdasco, con temple, atesoró su ventaja y terminó con otra andadura de Nadal en Miami, cuatro veces finalista, sin título.
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