Sep 222014
 

El piloto británico Lewis Hamilton (Mercedes) ha logrado su séptimo triunfo de la temporada en el Gran Premio de Singapur y se ha alzado así al liderato del Mundial, aprovechando la retirada de su compañero y hasta hoy líder Nico Rosberg, en un día en el que el español Fernando Alonso (Ferrari) ha estado luchando hasta el último instante con los Red Bull por subir al podio, pero en el que finalmente ha sido cuarto.

La carrera nocturna en el circuito de Marina Bay estuvo marcada por la duración de la prueba, ya que se cumplieron las dos horas que hay de tope, y el desgaste de los neumáticos. La degradación de los mismos que permitió ver hazañas como las casi 30 vueltas de Hamilton con compuestos superblandos o las 37 de un Valtteri Bottas (Williams) sin pasar por boxes, aunque el finlandés hizo una última vuelta sin gomas y se quedó fuera de los puntos.

El Gran Premio estuvo además marcado por la retirada de Rosberg. El que era líder del Mundial tuvo problemas con su coche en los minutos previos a la carrera y llegado el momento de la vuelta de reconocimiento el Mercedes no se movió de la parrilla. Los mecánicos se llevaron el coche al ‘pit lane’, desde donde arreglaron temporalmente el problema electrónico del monoplaza.

Rosberg salió último y aguantó 15 vueltas, y en su primera entrada a boxes el coche no consiguió arrancar de nuevo. Por entonces, su compañero y rival Hamilton ya era líder y Alonso era tercero entre los Red Bull de Sebastian Vettel y Daniel Ricciardo. Todos ellos habían salido con neumáticos superblandos y en su primera parada habían puesto el mismo compuesto. La diferencia llegó en la segunda.

Ahí, poco antes del ecuador de la prueba, Hamilton y Alonso decidieron apostar por un juego de superblandos, dejando el juego de blandos para las últimas vueltas, mientras que los hombres de la marca austriaca decidieron apostar por los blandos -el compuesto más duro del fin de semana-, dejando abierta la posibilidad, aunque fuera remota, de acabar sin pasar más por boxes.

EL ‘SAFETY CAR’ PROVOCA UN CAMBIO DE ESTRATEGIAS

La idea de Alonso era clara, apretar en las vueltas intermedias a un Vettel que se movía tres o cuatro segundos por delante del español. Cuando el de Ferrari estaba recortando al alemán, un accidente de Sergio Pérez (Force India) en el giro 31 hizo que el coche de seguridad entrase a pista. Problema serio para Alonso y Hamilton.

El asturiano reaccionó rápido y entro a boxes en la vuelta siguiente. Salió cuarto tras los Red Bull y con los compuestos blandos en su coche. El británico no estuvo tan fino y no entró a su garaje, lo que le supuso tener que exprimir al máximo sus gomas. Aún en esa situación se vio a un Hamilton dominador al que no le tembló el pulso y que lideró en todo momento, salvo en una vuelta tras su última entrada a boxes.

La lucha estuvo más en las otras dos posiciones del podio. Durante más de 20 vueltas, Alonso se mantuvo tras Vettel y Ricciardo, preservando sus neumáticos y esperando la entrada de los Red Bull para escalar al cajón. Sin embargo, ante la amenaza del español, el alemán y el australiano decidieron tirar hasta el final sin cambiar.

En las últimas cinco vueltas Alonso apretó, sacó todo lo que había guardado y encimó a unos monoplazas que finalmente no le dieron opción. Al final consiguió una meritoria cuarta posición y demostró una vez más de que en los circuitos donde la influencia del piloto es igual de importante que el coche, el español siempre está arriba.

En cuanto al Mundial, las cosas no pueden estar más interesantes. Ahora, a falta de cinco Grandes Premios, Hamilton es líder con tres puntos de ventaja sobre Rosberg. El próximo duelo será el fin de semana del 3 al 5 de octubre en Japón, en el circuito de Suzuka.

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