Sep 182014
 

El FC Barcelona ha ganado al Apoel Nicosia (1-0) en el estreno en la fase de grupos de la Liga de Campeones, un partido flojo en que no sufrió pero tampoco convenció ante la ‘a priori’ cenicienta del grupo, si bien los chipriotas se mostraron firmes atrás y únicamente cedieron en el gol de Piqué que valió los tres puntos, y es que un equipo demasiado rotado estuvo falto de ritmo y consistencia.

Fue un partido aburrido, seguramente, en que se echó en falta la chispa que se había visto al FC Barcelona de Luis Enrique, que esta vez se vio en cuenta gotas, y cada vez menores. Cierto es que no obligaba el Apoel a más, pese a algún susto fruto más de verse en los últimos minutos con 1-0 que no por la peligrosidad en sí de las jugadas de un Apeol que se irá contento con el resultado. Eso sí, Ter Stegen se tuvo que lucir a mano cambiada ya en el descuento.

La apuesta del equipo chipriota fue clara, no salir hundido del Camp Nou. De más a menos, en intensidad física y en voluntariedad de juego, no pudo poner en peligro a un Barça cómodo sobre el césped pero no de cara a portería. Con los chipriotas cada vez más encerrados, con menos espacios, les costó a los de Luis Enrique abrir el campo y crear peligro.

Entró Sandro, revolucionario en este inicio de temporada, para intentar dar aire a un equipo que parecía perderlo, así como las ideas. Seguía el Barça bien posicionado, muy bien atrás con un Piqué recuperando su mejor versión, y Bartra y Samper jugando con el temple de quien lleva diez años jugando en Liga de Campeones. Pero arriba, pese a la pólvora, no se encendía la mecha pese a que al final del partido Messi a punto estuvo de poner el 2-0. El defensa Mário Sérgio, con Urko vendido, evitó el gol.

De hecho, la suerte fue que Piqué abriera la lata ya en la primera parte. Fue el más listo de la clase para desmarcarse y rematar perfecto de cabeza, directo a gol, un centro de Leo Messi en el saque de una falta que iba de dentro hacia afuera del campo. Un gol importante, aunque insuficiente para dar tranquilidad al equipo en una segunda parte insulsa pero en la que se aferraba el Apoel a dar un susto en cualquier momento, como en una contra que acabó con disparo a las nubes.

Aunque fue el Barça quien puso más ganas, por lo menos en la primera parte. De nuevo se vio una buena conexión entre Leo Messi y Neymar en dos jugadas en que el argentino asistió al brasileño para que finalizara, primero obligando al exblaugrana Urko a despejar de puños y después logrando un córner. No obstante, se apagó tan rápido la chispa entre ellos como se encendió.

El Barça dominó el balón aunque en los primeros minutos sorprendió en positivo la actitud del Apoel. Intentó robar el balón y retenerlo, batallar al Barça en el Camp Nou la posesión. Por momentos lo logró, además jugando con criterio, aunque sin peligro alguno. Ter Stegen intervino de cabeza para cortar un pase largo, no tuvo que hacer más hasta bien entrada la segunda parte.

Y es que el Apoel se fue replegando. Pese al 1-0 con el gol de Piqué, y que el partido estaba abierto, no intentaron morder arriba conscientes de que podían dejar espacios atrás donde Munir, Neymar o Messi pueden ser letales. Eso sí, a falta de media hora, el técnico Giorgos Donis intentó cambiar el guión con la entrada del veterano Manduca, aunque no pareció tener el efecto deseado.

Fue una noche de debuts en Liga de Campeones, como el del portero Marc-André ter Stegen, quien además jugó su primer partido oficial como blaugrana al llegar este verano y sufrir una lesión que ya ha quedado atrás. Tuvo poco trabajo, pero lo resolvió bien y siendo clave al final en el único disparo que le hicieron. También Samper se graduó en ‘Champions’ con un buen partido, haciendo de Busquets, y dejando claro que es una posición bien guardada para años y años. Munir, de nuevo titular, tuvo menos protagonismo por los pocos espacios que dio el Apoel atrás.

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