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El Betis firmó el mejor partido de la temporada para derrotar este viernes (0-2) al Rubin Kazán a domicilio y sellar su pase a los octavos de final de la Europa League, donde se medirá a su vecino y rival Sevilla, después de un gran ejercicio de presión y dedicación con los goles de Nono y Rubén Castro.
Los de Gabriel Calderón se aferraron a Europa como fuente de alegrías esta dura temporada en la que se encuentran más cerca de Segunda que de Primera. A pesar de que la batalla bética es mantener la categoría, en Europa los andaluces dejaron una gran imagen eliminando a un equipo que disgustos ha dado otras temporadas a grandes del fútbol español como Barcelona y Atlético de Madrid.
Después del 1-1 en el Benito Villamarín, la trampa del frío ruso y el desplazamiento se perfilaba como un duro desafío para un Betis en el que nada parece funcionar. Sin embargo, los verdiblancos fueron serios y efectivos y el Kazan pecó de ultra defensivo y quizá infravaloró a su rival. El conjunto bético se olvidó de sus problemas y saltó a por el partido, dominó el encuentro y apenas sufrió en defensa.
Con el Betis volcado y el Rubin encerrado transcurrió la primera mitad. Aún así, el peligro a una contra de los locales o una jugada desgraciada en la defensa visitante siempre estaba latente. Sin embargo, los de Calderón no fallaron y se fueron al descanso con un merecido gol a favor. Nono, ya en el descuento de la primera mitad, convirtió un disparo lejano, con ayuda del meta rival. El tanto era el premio a la insistencia del propio Nono y de un Betis que con Baptistao, Cedrick y un tiro al poste de Jordi sumó papeletas para merecer el gol.
Tras el paso por los vestuarios, el Rubin trató de poner más de su parte, pero el Betis no perdió la concentración y siguió mandando en el partido, sin permitir regalos y concesiones. Poco a poco los locales se veían superados por el hambre de un Betis con muy poco que celebrar esta temporada. Así, la ambición de los béticos seguía pidiéndoles más en Europa, sin pensar que el domingo hay una nueva cita con la pesadilla que es mantenerse en Primera.
Solo en los últimos minutos, cuando ya Rubén Castro había sentenciado la eliminatoria con un precioso tanto de vaselina, Calderón hizo los cambios para dar aire fresco al equipo y descanso a los titulares. El Betis se evadió de su sufrimiento semanal para disfrutar de Europa y citarse con el Sevilla por un puesto en los cuartos de final de la Europa League.
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