La selección brasileña intentará clasificarse este miércoles (21.00, hora española) para las semifinales de la Copa Confederaciones, que se disputa en su país hasta el 30 de junio, sumando una nueva victoria ante una México más necesitada y ante la que quiere ajustar cuentas pendientes.
Hace casi un año, la ‘canarinha’ veía como el combinado azteca le arrebataba el sueño olímpico al batirla en la final de Wembley por 2-1, y ahora tiene la oportunidad de tomarse la revancha, aunque el premio es indudablemente menor.
Así, hasta 14 protagonistas, seis de la anfitriona y ocho de los que se colgaron el oro, repiten cita respecto al choque de Londres, entre ellos el estelar Neymar, pero no el mexicano Peralta, verdugo y autor de los dos tantos que alagaron la maldición olímpica de la pentacampeona mundial, uno de ellos a los 30 segundos de partido. Sin embargo, la situación ahora parece diferente.
Los de Luis Felipe Scolari contarán con el apoyo de su público y tendrán menos ‘presión’ por el hecho de contar ya con los tres puntos logrados ante Japón en el estreno, mientras que México viene de perder ante Italia (2-1) y sigue inmersa en una negativa racha que le hace acudir como víctima perfecta al Castelao de Fortaleza.
Enganchados al gran gol de su ‘crack’, la anfitriona pudo jugar más relajada ante una dubitativa Japón, pero el conjunto del criticado José Manuel de la Torre parece que será un rival mucho más complicado, pese a que tampoco dejó una muy buena imagen en su estreno, donde sumó un partido más sin lograr la victoria.
Además de que la derrota podría dejarle ya sin opciones, los mexicanos podrían acostarse viendo como en el Hexagones quedan momentáneamente fuera de las plazas mundialistas, lo que aumentaría la tensión que parece existir en el vestuario.
El campeón de la CONCACAF, ganadora de la Confederaciones en 1999 imponiéndose precisamente a Brasil, sigue con sus problemas ofensivos lo que le ha llevado a ganar únicamente uno de sus diez últimos encuentros disputados, con sólo siete tantos a favor.
A su favor, aparte de la mencionada final olímpica, la victoria por 0-2 en un amistoso celebrado en junio de 2012, con tantos de Giovanni dos Santos y Javier ‘Chicharito’ Hernández, que volverán a ser los mejores argumentos ofensivos para crear problemas a los brasileños; y el hecho de que les puede valer empatar, lo que han hecho en ocho de esa decena de encuentros.
Brasil, por su parte, continúa con su aprendizaje a contrarreloj para afinar del mejor modo posible su puesta a punto. Sin desplegar todavía un gran fútbol, ‘Felipao’ sigue en busca de subir el nivel de los suyos, dependientes del talento individual de sus futbolistas, principalmente de Neymar, pero sin mostrarse arrolladores.
La ‘canarinha’ intentará, ante un conjunto más experto, demostrar que puede estar a la altura de lo ofrecido por España ante Uruguay, con la campeona del mundo y de Europa acaparando hasta el momento todos los elogios en el país. Cualquier tropiezo podría hacer saltar las alarmas antes de la previsible final que tendrán ante Italia en busca, no sólo del primer puesto del grupo, sino de, salvo sorpresa, evitar un cruce en las semifinales con los de Vicente del Bosque.
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