Alcorcón y Hércules han empatado sin goles en la vuelta de semifinales de los ‘play-offs’ de ascenso a Liga BBVA en un partido sin miga, con lo que los alcorconeros, gracias al resultado en la ida (1-1), se verán las caras contra el Valladolid –tras su victoria sobre el Córdoba– en la final.
El partido nunca tuvo emoción y el conjunto de Anquela logró la clasificación con el mismo once inicial que en el partido de ida. Santo Domingo volvió a ejercer de talismán, donde el equipo no pierde desde noviembre. El entrenador visitante, Mandiá apostó por Abel Aguilar, internacional colombiano, en vez de Escassi y por Aganzo en vez de Urko Vera en la delantera.
La primera parte fue de más a menos. Los primeros minutos resultaron muy animados con el empuje local. Los amarillos se gustaban manteniendo el balón raso y moviéndolo para llegar a la meta rival. Paco Montañés dispuso de la primera oportunidad del partido con un disparo que se perdió por encima del arco local en el primer minuto de partido.
Tras el ecuador de la primera mitad, el conjunto levantino pareció rehacerse tras el empuje inicial de los amarillos. En el minuto 14 llegaba la primera ocasión visitante, con un remate de Sardinero a centro de Gilvan que se perdió por encima del marco que defendía Manu Herrera.
El partido perdió intensidad a medida que avanzaba la primera parte merced al respeto que se tenían ambos equipos. Parecían esperar el descanso con vistas a encarar el último asalto con frescura. Un disparo lejano de Tiago Gomes fue el último aviso alicantino antes de que ambos equipos se retiraran al túnel de vestuarios.
El segundo tiempo comenzó, salvo por la lesión de Babin, sin sobresaltos. Presentaba la misma línea que el final de la primera parte, con ambos equipos reservando lo mejor para el final. Al poco de superar la primera hora de partido los técnicos tiraron de banquillo para trazar el guión final del partido. Juan Carlos Mandiá iba más allá y buscaba un sistema más ofensivo cambiando a Tote por el centrocampista Tiago, ya que el empate no le valía a los valencianos.
A medida que los minutos avanzaban, el desgaste físico era mayor. Lo sufrió especialmente el Alcorcón que tuvo que ver cómo Fernando Sales se tenía que retirar acalambrado. Los locales estaban satisfechos con el empate y los herculanos no podían pisar el acelerador. Urko Vera entraba por el central Mora en el órdago final de Mandiá.
EL HÉRCULES NO TUVO MORDIDA
A pesar de jugar con tres delanteros durante casi quince minutos y de necesitar sólo un gol para clasificar a la siguiente fase, el Hércules se mostró incapaz de superar la línea de tres cuartos de un Alcorcón, plantando con mucha autoridad a lo largo del campo.
El Hércules, que se jugaba la vida, sólo consiguió dos tímidas llegadas al área rival. El partido terminó cuando Aganzo decidió dejar a los suyos sin opciones al ser expulsado por doble amarilla en el descuento. Su pérdida de papeles originó una monumental tángana que incluso dejó sin una posible última oportunidad a los visitantes.
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