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El Caja Laboral se ha impuesto al Real Madrid (82-79) tras un intenso y ajustado encuentro que requirió de una prórroga para decantarse del lado de los ‘baskonistas’, que de este modo se adelantan (2-1) en la serie de semifinales, gracias a un triunfo labrado por su buena predisposición defensiva y por el pundonor no exento de talento de sus jugadores.
El Caja Laboral ofreció un auténtico recital defensivo, sabiendo contener el potencial ofensivo de los blancos en una noche aciaga de su jugador más desequilibrante, Jaycee Carroll. Buena prueba de ello fueron los registros anotadores en los que el Real Madrid se movió, especialmente al descanso (30). Pese a ello, en un espectacular arranque de coraje del equipo blanco en la recta final, el partido se resolvió en una prórroga donde los ‘baskonistas’ volvieron a retomar el pulso competitivo para adjudicarse el tercer partido de las semifinales.
El pívot blanco Mirza Begic y el escolta vitoriano Brad Oleson hicieron suyo el encuentro para catapultar a los suyos a un disputado parcial inicial (5-4). Acto seguido fue Teletovic el que con cinco puntos se convirtió en el protagonista para propiciar que el Caja Laboral tomara la iniciativa en el marcador. Si bien, el equipo de Pablo Laso supo contener el vendaval local para cerrar el primer asalto con dos puntos de desventaja (15-13).
El entramado defensivo planteado por Dusko Ivanovic resultó a la perfección, dejando al equipo blanco maniatado, especialmente desde la línea de 6.75, con tres aciertos de diez intentos. De este modo, los madridistas tuvieron que volcar su juego en el ‘poste bajo’ donde sus hombres altos anotaron 19 puntos. Paralelamente, en el duelo de ‘francotiradores’, Teletovic con ocho puntos le ganó la partida a un inédito Carroll para mandar a su equipo por delante a la caseta (32-30).
UNA ACTUACIÓN SOBERBIA DE LLULL FUERZA LA PRÓRROGA
Una concatenación de buenas acciones personales por parte de los jugadores de ambos equipos elevó el nivel medio del partido. En el acierto general desentonó más la nula aportación del escolta blanco. Su ‘alter ego’ en el bando rival, Teletovic, anotó un triple estratosférico para establecer la máxima diferencia del partido (52-45) en unos guarismos que se extrapolaron para cerrar el tercer tiempo (54-47).
Tras las indicaciones de Pablo Laso, el Real Madrid pareció recuperar la fe en el partido, parapetado bajo esa dualidad en la dirección de juego y ese dinamismo que ofrecen Llull y Rodríguez cuando las cosas van mal dadas para los blancos. De hecho, merced a un espectacular parcial (0-12), el conjunto madridista no sólo empató el encuentro sino que le dio la vuelta al marcador.
Con el equipo blanco por delante, el trío arbitral expulsó de la cancha a Mirza Begic por dos faltas antideportivas y a Ante Tomic por cinco faltas tras sendas acciones que calentaron los ánimos del Buesa Arena. Cuando en el ambiente se rumiaba una remontada local, apareció Sergio Llull para mostrar cómo se debe jugar con la presión de una cancha firmando dos entradas a canasta en las que penetró en la defensa vitoriana como cuchillo en mantequilla para minar la moral del conjunto de Ivanovic, que no se deshinchó para forzar la prórroga (69-69).
En el tiempo parcial, un mate de Teletovic y dos tiros libres anotados por Brad Oleson permitieron coger un buen soplo de aire a los ‘baskonistas’. Dos triples consecutivos de Sergio Llull y de Velickovic pusieron por delante a los blancos (75-76). El partido continuó por los derroteros de los lanzamientos lejanos, desde donde Oleson certificó la victoria del equipo vitoriano (82-79) pese a los vanos intentos blancos.
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