El Málaga ha remontado (4-2) ante el Rayo Vallecano en el encuentro que ha cerrado la vigésimo novena jornada de la Liga BBVA, un duelo que confirma el buen momento del conjunto de Pellegrini, liderado este jueves por el doblete de Rondón, así como sus ganas de asaltar la cuarta plaza y su billete para la Liga de Campeones.
El Rayo se encontró pronto, en el minuto 5 y de penalti transformado por Diego Costa, con una ventaja que no supo administrar. Los locales por su parte no se vieron afectados por el contratiempo y fueron fieles a su estilo, sin prisa y con la portería rival en mente se hicieron dueños del partido con rapidez. Los de Sandoval vuelven a frenar sus ilusiones cuando se encontraban con Europa a tiro.
Y es que los de Pellegrini parecen haber acabado su rodaje, su tiempo de prueba. El Jeque puede empezar a sonreír ya que el Málaga parece hacerlo todo bien. Este jueves, a pesar del gol en contra, los andaluces dominaron el encuentro y sumaron tres puntos que dan moral al proyecto malagueño para seguir soñando con la Liga de Campeones la próxima temporada. De momento siguen quintos, empatados a 44 puntos con el Levante, que es cuarto.
A pesar del tempranero gol de Diego Costa, los locales pronto comenzaron a asediar la portería madrileña. Joaquín, Weligton y Cazorla tuvieron claras ocasiones para hacer el primero. Sin embargo, fue el venezolano Rondón quien acertó a rematar un centro de Eliseu después de una gran combinación de los de Pellegrini.
Tras el descanso y con empate (1-1) en el marcador, el Rayo no mejoró y comenzó a perder balones peligrosos que alimentaban a los atacantes locales, hambrientos de gol. Las ocasiones de los de Sandoval no eran claras y el Málaga tenía a Rondón rozando el gol en cada ataque. Finalmente el tanto del sudamericano llegó en el 58 tras revolverse ante el defensor Pulido.
A partir de ahí el Rayo se vino abajo y el técnico chileno del Málaga hizo cambios en el centro del campo para reforzar las líneas. Entró Maresca y a los dos minutos puso el 3-1 de cabeza. La calidad de los andaluces se imponía a un Rayo menos atrevido que en otras ocasiones y sobre todo muy débil en defensa.
El partido estaba decidido pero hubo tiempo para que se rompiese aun más. Mateu Lahoz y su árbitro asistente en la banda evitaron dos goles aparentemente legales del Málaga y el Rayo, sin nada que perder, se fue arriba. Los visitantes gozaron entonces de las mejores ocasiones e incluso recortaron distancias con un nuevo penalti, este transformado por Trashorras. Fue un espejismo y Duda se encargó de confirmarlo con un golazo que ponía el definitivo 4-2 para el Málaga.
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