El Real Madrid ha logrado este domingo una tranquilizadora victoria (57-79) en la pista del Baloncesto Fuenlabrada, correspondiente a la decimoctava jornada de la Liga Endesa, un triunfo que borra de un plumazo los posibles fantasmas surgidos tras el varapalo sufrido ante el Montepaschi Siena en la última jornada de la Euroliga y que les permite mantenerse en la primera posición de la tabla.
A pesar de la cómoda renta lograda en el marcador, los de Laso tuvieron que sufrir mucho para amarrar la victoria ante un Fuenlabrada que llegaba enrachado al encuentro (seis triunfos consecutivos) y encorajinados tras la clasificación lograda para la próxima Copa del Rey. El Real Madrid no realizó un gran partido, y sólo fue capaz de despegarse en el marcador en el último cuarto del partido, cuando a los pupilos de Fisac se les acabó la gasolina y fueron incapaces de mantener el alto nivel de intensidad mostrado hasta ese momento.
El conjunto blanco saltó al Pabellón Fernando Martín dispuesto a olvidar la dolorosa derrota europea y en los primeros minutos hizo gala de una gran seriedad defensiva completada con su habitual movilidad y velocidad en un ataque muy bien dirigido por Sergio Rodríguez. El Fuenlabrada era incapaz de encontrar fugas en el sistema de los de Laso, y en los primeros cuatro minutos tan solo fue capaz de anotar desde la línea de tiros libres (3-11).
Fisac se vio obligado a parar el encuentro, y el discurso debió surtir efecto, pues tras el tiempo muerto dos triples y un mate de Joseph lograron poner a sus pupilos dos abajo (11-13). Los de Laso, muy espesos en las últimas jugadas, tomaron aire gracias a un certero triple de Syngler, y lograron dar un último estirón en el marcador gracias al ‘efecto Llull’, que revitalizó la ofensiva madridista. Una espectacular última canasta de Robert Joseph puso el definitivo 18-26, broche a un emocionante y competido primer cuarto.
El partido cambió completamente de registro en el segundo periodo, con demasiadas jugadas embarulladas y muchas imprecisiones por parte de ambos conjuntos. En el minuto 2 un forcejeo entre Sergio Llull y Mainoldi con el partido parado encendió los ánimos de los dos banquillos, y los locales se atascaron en ataque. Laviña tomó las riendas del equipo para, con sendas penetraciones, ponerse a cuatro (24-28), pero fue solo un espejismo.
El Madrid, sin demasiados alardes ofensivos, logró llevar la ventaja por encima de los diez puntos (26-37), y solo una postrera canasta de un hoy poco acertado Mike Hall bajó la diferencia al descanso a los nueve puntos (28-37) y la sensación de que el equipo blanco necesitaba muy poco para irse definitivamente en el marcador.
AL FUENLABRADA SE LE ACABA LA GASOLINA EN EL ÚLTIMO CUARTO
Tras la reanudación, los de Laso volvieron a recuperar la buena imagen dada en los primeros minutos del encuentro, sobre todo en labores defensivas y, aunque no acertaba desde la larga distancia, lograba abrir brecha gracias a las faltas provocadas para ir a la línea de tiros libres. La buena puntería de Mirotic, Suárez y Tomic llevaba la diferencia hasta los quince puntos (30-45) en el minuto cuatro del tercer periodo.
El Fuenlabrada no parecía dispuesto a bajar los brazos, y Laviña, con un triple, acercaba a los suyos a diez. El encuentro recuperaba las sensaciones del inicio, con ambos conjuntos acertados de cara al aro y buenas acciones ofensivas que se sucedían. Un ‘2+1’ de Robert Joseph volvió a poner a los suyos a diez, que tuvieron posibilidades de bajar de esa psicológica barrera en el siguiente ataque, pero Javier Vega erró los dos tiros libre de que dispuso.
Tras muchos intentos, los locales lograron su objetivo a 40 segundos para el final del cuarto con un triple desde la esquina de Álvaro Muñoz (45-53), y dos tiros libres anotados por Reyes devolvieron los diez puntos de ventaja a un Madrid, que dominaba pero no terminaba de cerrar el encuentro.
El último periodo se inició con un afortunado triple de Carroll, desaparecido durante todo el encuentro. El americano, muy aficionado a las rachas anotadoras, respondió a la canasta de Mike Hall con otro triple que templó los ánimos de la parroquia de Fuenlabrada. Una falta de Joseph y una técnica a Laviña volvieron a incendiar el Fernando Martín, que veía como los visitantes se escapaban 20 puntos en el marcador (47-67) tras dos tiros libres anotados por Sergio Llull, golpe del que ya no se recuperaron los locales.
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