El Caja Laboral ha vencido (66-69) a domicilio al Fenerbahce turco, en un encuentro muy disputado, en lo que supone la puesta de largo de los vitorianos en esta edición de la Euroliga, donde intentarán colarse en la ‘Final Four’, que precisamente se disputará en Estambul, tras tres temporadas consecutivas cayendo eliminados en cuartos de final.
Los de Ivanovic acudían al duelo con dudas tras la derrota frente al CAI Zaragoza. Tras unos primeros instantes de tanteo, los otomanos se marcharon en el marcador (11-4). Estos guarismos obligaron al técnico baskonista a solicitar un tiempo muerto. No obstante, el primer cuarto finalizó con un clarividente 20-12, gracias a un entonado Roko Ukic, que supo manejar el ritmo del partido a su antojo, y además anotó ocho puntos.
Distinto fue el segundo parcial, pues los vitorianos salieron con la consigna de frenar a Ukic, que sólo pudo sumar dos puntos más a su cuenta particular. Al trabajo defensivo se unió la aportación anotadora de Seraphin y San Emeterio en la pintura, y de Teletovic, que con 14 puntos en su ‘zurrón’, concluyó los primeros veinte minutos con porcentajes superiores al 50% desde las tres posiciones de tiro. De este modo, el Caja Laboral logró igualar la contienda, e incluso, por momentos, adelantarse.
Con un 36-34 en el luminoso, arrancó el segundo acto, que resultó tremendamente competido. Basta decir que tras la conclusión de la media hora de juego, ambos equipos llegaban igualados en rebotes, 25 por escuadra, en pérdidas de balón, 11 locales por nueva 9 foráneas, y en porcentajes de tiros.
EL ESPÍRITU DE EQUIPO Y LA MUÑECA DE TELETOVIC, CLAVES EN LA VICTORIA
Sin embargo, en el juego en grupo, los de Ivanovic se revelaron con un equipo mucho más compenetrado, como así lo atestiguan sus 11 asistencias. Del engranaje formado por el bloque vasco, tan sólo escapó el bosnio Teletovic, para reunir hasta un total de 20 puntos en su haber.
El último cuarto no pudo tener un peor inicio para los vitorianos, que encajaron un parcial de 10-2. De este modo, el Caja Laboral dilapidó la ventaja que tanto sudor les había costado. Comenzaba un nuevo partido, esta vez de siete minutos. Onan para los otomanos y Milko Bjelica, comenzaron a asumir responsabilidades.
En el intercambio de tiros libres con que suelen cerrarse los partidos de baloncesto cuando llegan igualados a la recta final, con dos puntos por debajo en el marcador, el suizo Sefolosha marró un tiro ‘de uno’ para los de Spahija. Este error resultó fatal, toda vez que los vitorianos convirtiesen todos sus tiros libres.
Si bien, la victoria pudo haber caído del lado de los otomanos, si hubiera entrado un triple que Onan se jugó en el último segundo del encuentro, y que tras recorrer completamente la circunferencia del aro, finalmente el hierro repelió. De este modo, los de Ivanovic comienzan la Euroliga de forma inmejorable, con este triunfo a domicilio frente a un rival directo de su grupo.
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