Sep 282011
 

El Nápoles, que volvía a jugar un partido de la máxima competición europea en su estadio 18 años después, ha vencido este martes por 2-0 al Villarreal en la segunda jornada de la Liga de Campeones con lo que entierra gran parte de las opciones de los amarillos de pasar a la siguiente ronda.

El conjunto español no pudo parar el demoledor inicio de los locales y se vio superado por la velocidad y la potencia de los jugadores del conjunto italiano. El Villarreal fue de menos a más durante el encuentro, pero nunca inquietó lo suficiente como para poner en aprietos a los napolitanos.

Tres minutos negros del Villarreal echaron a perder el partido. El conjunto de Garrido se vio superado en el primer cuarto de hora por un Nápoles muy eléctrico, guiado por un Lavezzi explosivo que estaba en todas las jugadas de ataque. Así, corría el minuto 14 cuando un centro de Lavezzi desde la derecha lo remató solo Hamsik. El eslovaco dio un latigazo con la zurda ante el que nada pudo hacer Diego López.

El Villarreal todavía no había asimilado el primer tanto local y vio como el bullicioso Lavezzi se internó en el área a la velocidad de la luz. Gonzalo Rodríguez midió mal y le hizo penalti al argentino que se había convertido en un verdadero dolor de cabeza para el conjunto español. El uruguayo Cavani se encargó de transformar el penalti. El reloj marcaba 17 minutos de juego y el Nápoles ya llevaba dos tantos.

Los de Garrido tuvieron que empezar a remar contracorriente cuando todavía quedaba un mundo para acabar el encuentro. Los amarillos se fueron entonando, y a pesar de los dos tantos recibidos, llegaban con cierta frecuencia a la portería del veterano De Sanctis.

GARRIDO LE CAMBIA LA CARA AL EQUIPO A LA MEDIA HORA

El técnico visitante, que sorprendió en el equipo titular al colocar a Zapata como lateral derecho, dio otro golpe de efecto a la media hora. El entrenador retiró a Gonzalo Rodríguez, con tarjeta amarilla, para dar entrada a Camuñas en el centro del campo a la media hora. Garrido retrasó a Bruno, que pasó a jugar como central y el exosasunista reforzó la zona de creación del equipo.

El Villarreal se fue entonando poco a poco y empezó a tener la posesión que no tuvo hasta la media hora de encuentro. El Nápoles bajó un poco el ritmo con el que arrancó el choque y ambos conjunto se fueron al descanso con la sensación de que el equipo castellonense podía marcar en la segunda mitad por la nueva predisposición de sus hombres en el terreno de juego.

Los de Garrido lograron dar un paso al frente, pero insuficiente para acabar dominando al rival. El bloque español tuvo más control del balón, aunque casi siempre lejos de la portería de De Sanctis. Había intención, pero lo que no hubo fue claridad suficiente como para buscar un gol.

Además, el Nápoles, en la segunda parte, se dedicó a contemporizar porque se veía vencedor del choque. El conjunto local tiró de disciplina y orden defensivo para no pasar excesivos apuros ante las acometidas del rival.

La derrota deja la clasificación muy complicada para el Villarreal que sigue con cero puntos después de dos partidos y dos derrotas ante el Bayern Munich en El Madrigal y la de esta noche en el estadio de San Paolo.

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