Natalia Rodríguez apunta al podio

La mediofondista Natalia Rodríguez ha sido la gran protagonista española en una jornada agridulce en el Mundial de Daegu, marcada por la falta de acierto de Mario Pestano en la final de disco y una nueva decepción de la rusa Yelena Isinbayeva.

Una vez más, la prueba reina del mediofondo, el 1.500, volvió a dar la alegría a la delegación española con el pase de Rodríguez a la final con el mejor tiempo, aunque empañada por la eliminación de Nuria Fernández, mermada por las lesiones. En chicos, pleno con la clasificación de Diego Ruiz, Manolo Olmedo y Juan Carlos Higuero a semifinales.

La tarraconense planteó una carrera perfecta y se adjudicó el triunfo en su semifinal, mientras que la madrileña se enredó en el medio del grupo y no pudo ganar posiciones en los metros finales por lo que tuvo que esperar a los tiempos para ver si era repescada.

Sin embargo, Fernández, campeona de Europa en Barcelona 2010, que ya había anunciado que no llegaba en su mejor forma física, no logró entrar en la lucha por las medallas ya que su 4:09.53 en la ‘semi’ lenta fue insuficiente pues entraban en la final las cinco primeras de cada serie y las dos más rápidas.

Rodríguez, en cambio, salió decidida a enjugar la decepción de Berlín 2009 donde entró la primera meta, pero fue desposeída de su oro tras una reclamación. Así, la catalana, que había causado baja en la final del campeonato de España por molestias físicas, planteó una carrera muy táctica y se apuntó el triunfo con 4:07.88, el mejor tiempo de las finalistas.

En categoría masculina, el burgalés Diego Ruiz, campeón de España en 2006 y 2010 logró un tiempo de 3:39.33 y acabó cuarto en una serie en la que ganó el keniata Daniel Kipchirchir Komen con el mejor tiempo de la prueba (3:38.54).

El actual campeón de España, Manuel Olmedo, también logró la clasificación al terminar entre los seis primeros de su serie, en cuarta posición, con un tiempo de 3:41.78. Y el veterano Higuero sufrió algo más ya que tuvo que clasificarse por tiempos.

PESTANO DECEPCIONA

Sin embargo, la gran decepción de la jornada la volvió a vivir el veterano Mario Pestano, que se quedó fuera de la mejora, y undécimo en la final, por tercera gran cita consecutiva después de los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008 y el Mundial de Berlín 2009.

El tinerfeño, que llegaba a la cita surcoreana con la quinta mejor marca de todos los participantes, no tuvo su día y se quedó sin entrar en la mejora con un mejor lanzamiento de 63 metros.

Aunque el capitán de la ‘roja’ se metió en la final con la tercera mejor marca en la calificación, volvió a temblarle el pulso en el momento definitivo. Su primer lanzamiento fue de 62,97, metros, y los 63 metros del segundo fueron insuficientes ya que se quedó undécimo pues su tercer intento fue aún más corto (62,74).

Por otra parte, el oro fue para el alemán Robert Harting, que revalidó el título con un mejor lanzamiento de 68.97 m, por delante del otro gran favorito, el estonio Gerd Kanter, campeón olímpico, plata con 66.95, mientras que el iraní Ehsan Hadadi, fue bronce (66.08).

ISINBAYEVA, DE NUEVO SIN MEDALLA

La otra gran decepción de la jornada la vivió la rusa Yelena Isinbayeva, plusmarquista mundial de pértiga, que volvió a quedarse fuera de la lucha por las medallas, al no superar el listón en 4,80 metros.

La de Volvogrado volvió a vivir una jornada aciaga, como ya ocurriera en Berlín 2009 que se despidió de la final con tres nulos, al no ser capaz en esta ocasión de franquear los 4,80 metros, un salto a priori sencillo para ella, que posee el récord del mundo con 5,06.

La ‘zarina’, doble campeona olímpica y del mundo, cometió un nulo en 4,75 y decidió reservarse para el 4,80, pero en sus dos intentos no pudo pasar el listón por lo que concluyó sexta con 4,65 metros, pero aún que su cuarta plaza en Doha 2010. El oro fue para Murer, la plata para Strutz y el bronce para Feofanova.

Su eliminación es la cuarta gran decepción de estos Mundiales en los que Usain Bolt fue eliminado por salida nula en la final de 100; Bekele batido en 5.000 y baja para los 10.000 y Dayron Robles desposeído del oro en 110 metros vallas por empujar a Liu Xiang.

Del resto de la jornada, destaca la victoria del jovencísimo Kirani James en los 400 metros. El atleta de Granada, campeón del mundo júnior en Moncton (Canadá) en 2010, cimentó su victoria en un grandioso sprint final, que le otorga el triunfo más importante de su carrera por delante del gran favorito, LaShawn Merrit.

Merrit, por su parte, tuvo que conformarse con la medalla de plata, con 44.63 segundos, premio menor para el defensor del título, sobre todo después de la sanción por dopaje que ha tenido que cumplir por dar positivo por un producto para alargarse el pene. El bronce fue para el belga Kevin Borlee (44.90).

Además, el keniata David Rudisha, plusmarquista mundial, se colgó el oro en la final de los 800 metros. Invicto desde que se quedara fuera de la final del Mundial de Berlín, no dio opción a sus rivales y se llevó el título que tanto ansiaba.

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